Hace unos meses surgió la polémica de si los mayores debían seguir conduciendo a partir de una determinada edad o debían estar sujetos a algún tipo de restricción, como apuntó la Fiscalía de Salamanca al sugerir que los mayores de 70 años portasen una letra ‘M’ similar a la ‘L’ de los noveles. Ello nos hace preguntarnos, ¿existe una edad límite para conducir? ¿Cuáles son las restricciones a las que se someten nuestros mayores?
En España y en la UE la edad límite la marcan las capacidades
Actualmente en España y en el resto de países de la UE no existe ningún límite de edad a partir del cual no se pueda seguir conduciendo, no obstante, nuestro país es uno de los que más cuida este aspecto. En general, si no somos conductores profesionales, debemos renovar el carnet de conducir cada 10 años hasta cumplir los 65 años de edad, y a partir de ahí cada cinco años.
Como bien sabes, para poder realizar dicho trámite es necesario superar unos test psicotécnicos realizados en un Centro Médico, y son los resultados de esas pruebas quienes determinan si somos aptos o no para seguir conduciendo, y por tanto, si con la edad nuestras capacidades físicas (reflejos, visión, audición…) han mermado y no llegan al mínimo requerido.
Así pues, en España existen unos 27 millones de carnet de conducir, de lo cuales, aproximadamente el 15 % está manos de personas de la tercera edad, mayores de 65 años. De este colectivo, según informa la DGT, no pasan el reconocimiento médico el 1 % de los que tienen una edad comprendida entre los 65 y los 85 años, porcentaje que aumenta hasta el 2 % a partir de los 85. Sin embargo, la gran mayoría de todos esos conductores renuevan el carnet con restricciones, es decir, dadas sus capacidades se imponen una serie de limitaciones a la hora de conducir que quedan recogidas en el apartado 12 del carnet, las cuales pueden ser una velocidad máxima, un tramo horario para evitar ponerse al volante de noche, o incluso geográficas, para que no se alejen más de una determinada distancia de su domicilio y así sólo conduzcan por carreteras que conocen.
En cambio, en otros países esos controles para renovar el carnet de conducir son mucho más flexibles, al margen de los intervalos. Por ejemplo, en Alemania o Austria no se tiene en cuenta la edad y sólo es necesario rellenar un formulario, convirtiéndose así en un mero trámite administrativo, mientras que en Francia, con una «declaración de honor» en la que se afirme no sufrir ninguna patología que disminuya las capacidades al volante, es suficiente.
La siniestralidad de los ancianos no es mayor, pero se necesitan precauciones
No obstante, las diferentes estadísticas apuntan que la siniestralidad de las persones mayores no es superior, de hecho, según datos del periódico ABC, son los menores de 22 años quienes tienen una frecuencia de accidentes mayor (29 %), siendo esta del 17 % en el caso de las personas con una edad comprendida entre 66 y 70 años. Ello se debe a dichas personas son conscientes de sus limitaciones y conducen de una forma más precavida, aunque sí es cierto que en más de la mitad de los accidentes son ellos los culpables.
