La ansiada idea de conducir coches eléctricos solares se hará realidad este 2022, una esperaba tecnología que cambiará para siempre el mercado de los coches eléctricos. Sin embargo, recargar baterías con paneles fotovoltaicos no es un todo ventajas, motivo por el cual hoy vamos a analizar el estado actual de esta tecnología para descubrir si realmente el coche solar es la solución, o tan solo un parche al problema de la escasez de puntos de recarga. Esta es la realidad de recargar eléctricos aparcándolos bajo al sol.
Proyectos como los de Aptera Motors o el Lightyear 0, que tienen prevista su llegada a las calles para finales de este mismo año, nos han demostrado que la idea del coche solar es ya una realidad. Hablamos de coches eléctricos que buscan poner remedio a los problemas de recarga, pues gracias al uso intensivo de placas fotovoltaicas a lo largo y ancho de su carrocería, pueden generar electricidad con el simple hecho de que estos vehículos sean aparcados bajo el sol.
Como decimos hablamos de un concepto de vehículo eléctrico que la industria lleva intentando llevar a las calles desde hace décadas, sin embargo la reducida eficiencia de las placas y el coste de crear una carrocería con paneles solares lo han impedido hasta ahora. Su uso sí que se ha popularizado en menor medida como apoyo del sistema eléctrico de a bordo, encontrando que desde hace años son numerosos los fabricantes de coches que han integrado placas solares en los techos de algunos de sus modelos, para así apoyar a la red eléctrica que alimenta sistemas como el climatizador, el infoentretenimiento, etc.
¿Pero qué energía es realmente capaz de ofrecer un coche solar? ¿De verdad nos permite olvidarnos de los puntos de recarga? Esta es la pregunta que tendrá que ser respondida una vez estos coches lleguen a las calles, pues si bien las especificaciones de los fabricantes son bastante optimistas, lo cierto es que la independencia de los enchufes parece estar bastante lejos.
Si nos fijamos en los datos que ofrece Aptera Motors sobre su modelo SEV, en el mejor de los casos en tanto a incidencia solar, eficiencia de recarga y configuración de la carrocería, será posible recargar hasta 64 kilómetros de autonomía al día. Y si nos vamos al Lightyear 0, en similares condiciones, el máximo de recarga posible es de 70 kilómetros. Por lo tanto, si hacemos uso de estos coches solares para trayectos cortos y lo aparcamos de forma habitual al sol, sí es posible movernos la mayoría del tiempo sin necesidad de recargar las baterías en un enchufe.
Pero insistimos, hablamos de las condiciones más favorables que se pueden dar para todas las variables que afectan a este tipo de generación eléctrica, por lo que debemos asumir que el coche solar sí nos permite una mayor libertad frente a los enchufes, pero no una total independencia. Dado el estado actual de esta tecnología, en un país como España sí podremos conseguir beneficios como puede ser el poder movernos «gratis» durante algunos kilómetro gracias a la electricidad extra obtenida de las placas solares, lo que indudablemente puede suponer un buen ahorro si conseguimos que nuestro coche esté muchas horas del día bajo el sol. Pero ni el sol brilla igual cada día, ni nuestras necesidades a cubrir serán siempre las mismas, por lo que por ahora debemeos entender el coche solar como una tecnología complementaria y no sustitutiva.