Hace unas semanas supimos que Koenigsegg había batido un récord, otro más. Esta vez un Agera RS había conseguido ser el coche de producción más rápido en completar un 0-400-0 km/h. En realidad este fue el récord más sonado gracias a la batalla que tienen (o tenían, después de haber dictado sentencia Koenigsegg) entre la marca sueca y el Bugatti Chiron. En realidad Koenigsegg consiguió cinco récords: dos ellos estaban vigentes desde 1938, a los que pusieron el nombre del ‘Récord eterno’. Y había sido eterno, hasta ahora…
En la pugna por conseguir el título de ‘coche más rápido’ del mundo hay actualmente dos combatientes, con un tercero haciendo ascuas, que están dando lo mejor de sí en los últimos tiempos. Primero Bugatti demostró cuán rápido podía hacer el Chiron un 0-400-0 km/h, consiguiendo una cifra espectacular… Que se vio ensombrecida cuando Koenigsegg hizo lo propio con el Agera RS y mejoró en varios segundos la marca del Bugatti Chiron, y luego volvieron a mejorarlo. Pero ese día no sólo batieron su propio 0-400-0 km/h: en Koenigsegg consiguieron en total cinco récords, dos de los cuales estaban vigentes desde el año 1938 con Rudolf Caracciola y un Mercedes-Benz W 125 como artífices de la gesta.
Corría el mes de enero de 1938. En aquellos años la disputa por ser el más rápido era tan intensa, o más, que hoy en día: la rivalidad tecnológica entre Auto Union y Mercedes-Benz y el afán del Partido Nacionalsocialista de Hitler por situar a Alemania a la vanguardia formaban un cóctel cuyo resultado era espectacular: coches capaces de alcanzar velocidades cercanas e incluso superiores a los 400 km/h. ¡Hace 80 años!
En aquella atmósfera respiraba Rudolf Caracciola, el piloto más exitoso de su época. A los mandos de un aerodinámico (Cd 0,157) y muy potente (775 CV) Mercedes-Benz W 125 que tomaba como base el W 125 de carreras, Caracciola abordó en una fría mañana de enero la tarea de ser el más rápido del mundo. Atrás quedaba el recuerdo de los intentos fallidos, tras lo cual se habían llevado a cabo diversas modificaciones (ponerle 90 kilos de plomo en la parte frontal) a un coche que levantaba el morro a partir de cierta velocidad, además de ciertas mejoras para hacerlo más aerodinámico aún y también más potente.
En un tramo de 34 kilómetros de la Autobahn que unía Frankfurt con Darmstadt, Caracciola hizo dos recorridos (ida y vuelta) en el que consiguió una media de 432,7 km/h en un kilómetro lanzado, y 432,36 km/h en una milla lanzada. Tal fue la dimensión de aquella gesta que lo llamaron el ‘Récord Eterno’.
Para los involucrados en aquel récord lo fue: murieron sin que nadie les superase. Han tenido que pasar 79 años hasta que alguien, en este caso Koenigsegg con un sofisticado Agera RS, ha superado aquel récord en un tramo de la Autopista 160 de Nevada, Estados Unidos. Con 1360 CV de potencia, el Agera RS consiguió no uno, ni dos, ni tres… Sino cinco récords:
- Mayor velocidad en un coche de producción: 447,19 km/h
- 0-400-0 km/h más rápido: 33,29 segundos
- Máxima velocidad alcanzada en una carretera pública: 457,94 km/h (en una dirección)
A los que hay que sumar los dos que los suecos le batieron a Rudolf Caracciola…
- Mayor velocidad media alcanzada en un kilómetro lanzado en una carretera pública: 445,63 km/h
- Mayor velocidad media alcanzada en una milla lanzada en una carretera pública: 444,76 km/h
Casi ocho décadas después y apenas doce kilómetros por hora de diferencia en la velocidad máxima puede dar pie a pensar en una pobre evolución; sin embargo quedarse en el número sería acotar la mirada, obviando desacertadamente la forma en que este récord se batió desde el Koenigsegg, de manera infinitamente más segura e incalculablemente más confortable que con aquel Mercedes de pre-guerra. Récords, los del Agera RS, que serán muy difíciles de batir pero seguramente no eternos.