Historicamente, hablar de Citroén era hablar de coches con un nivel de confort especialmente elevado. Sin embargo con la desaparición de la aún imbatible suspensión hidroneumática, la marca francesa quedó huérfana de esas sensaciones. Hasta hoy. De manos del nuevo Citroën C5 X, y estando disponible solo en este modelo, Citroën ha creado un nuevo tipo de amortiguador que consigue recuperar la peculiar experiencia de conducir una alfombra voladora. ¿Quieres saber cómo funciona? Acompáñanos.
Fue en junio de 2017 cuando Citroën fabricó su último modelo con suspensión hidroneumática, concretamente el Citroën C5 con la suspensión Hidractiva III. Pese a sus enormes ventajas en tanto a confort y estabilidad, esta suspensión nos dijo adiós ante la falta de demanda por parte del mercado, la complejidad de su diseño y los altos costes de su fabricación. Si a ello sumamos que la suspensión neumática y/o de tipo adaptativo ya conseguía ofrecer unas cualidades similares, que no iguales, a un menor coste, la desaparición de la suspensión hidroneumática era algo inevitable.
Citroën C5 X
Pero Citroën quedó huérfana de esta seña de identidad desde aquel momento, motivo por el cual ahora ha decidido crear el nuevo diseño Advanced Comfort Active Suspension, que en esencia es un amortiguador capaz de combinar la tecnología de variación activa de la dureza, junto con los topes hidráulicos ya vistos en otros modelos de Citroën y otros fabricantes. Gracias a esta doble función y a la combinación con unos muelles especialmente blandos tal y como se explica en el vídeo que acompaña esta entrada, Citroën ha conseguido una capacidad de absorción de irregularidades de diferentes frecuencias elevada, pero sin que ello comprometa excesivamente el cabeceo y balanceo del vehículo.
Citroën asegura haber estado trabajando en este nuevo diseño de suspensión durante 4 años, un trabajo donde también tienen mucho que decir los neumáticos, los silentblocks o las geometrías empleadas. Pero el resultado, tras haberlo probado a fondo en Diariomotor, es que efectivamente el C5 X consigue demostrar un nivel de confort superior al de sus alternativas, destacando especialmente su comportamiento sobre asfalto en mal estado. Eso sí, pese a ello, lo cierto es que las bondades del Citroën C5 X no llegan aún al nivel de lo que en su día ofreció la suspensión hidroneumática, un diseño donde era mucho más perceptible esa sensación de flotar sobre la carretera, aunque obviamente requería de cierto periodo de adaptación dado el aislamiento que suponía con respecto del exterior.