La industria del automóvil atraviesa un momento crítico que, de hecho, está comportando grandes cambios, para la industria, para la distribución y, en última instancia, para el comprador. Estamos asistiendo a un incremento, constante, y significativo, del precio de los coches nuevos. Y, en paralelo, estamos contemplando el fin de los coches «pelados» de equipamiento, lo cual redunda también en la desaparición de las versiones de acceso, las más baratas.
Tal y como os venimos contando desde hace tiempo, comprar un coche nuevo es cada vez más caro y no hace falta ser un adivino para pronosticar que esa escalada de precios seguirá en los próximos años. Una de las razones, pero no la única, es el cada vez mayor equipamiento que ofrece un coche nuevo moderno y, por supuesto, la transición hacia el coche eléctrico. Los clientes son cada vez más exigentes y no adquieren un coche nuevo sin un equipamiento mínimo indispensable, sobre todo en lo que respecta a tecnología y conectividad.
Dacia Sandero
Pero los fabricantes también están apostando por una estrategia con la que maximizar los márgenes comerciales, obtener un mayor beneficio. Y la crisis de semiconductores, que ha comprometido la producción industrial, no ha hecho otra cosa que acelerar este proceso.
Producir y vender menos coches manteniendo el beneficio
Es evidente que la crisis de semiconductores ha acelerado este proceso, en el cual los fabricantes de automóviles han apostado por dar prioridad a la producción de versiones más equipadas, y caras, que las versiones de acceso. Con la salvedad de aquellos equipamientos en los que la carencia de semiconductores ha sido tan dañino, que ha obligado al fabricante a eliminar algunos elementos tecnológicos que dependían directamente de los chips ausentes.
Parece que la decisión que están tomando los fabricantes es razonable. Si el cuello de botella provocado por el suministro de chips a las fábricas limita la producción, lo óptimo, lo ideal para mantener los beneficios, es que la producción se centralice en las versiones más equipadas.
SEAT, por ejemplo, anunciaba que la gama del SEAT León se centraría en Style y FR, eliminando las versiones más básicas. Otros fabricantes, como Renault, han apostado por promocionar y ofrecer ofertas muy interesantes en productos como Renault Captur, en versiones muy equipadas y, por lo tanto, más caras, jugando con el atractivo de los stocks y la posibilidad de entrega inmediata.
Versión más económica «Access» del Dacia Sandero que deja de comercializarse.
El cliente no quiere coches pelados, sino coches económicos y equipados
En un momento de crisis o, cuanto menos, situación económica de incertidumbre, y encarecimiento de los coches nuevos, la lógica podría llevarnos a pensar en cuán importante es para el comprador seguir disponiendo de versiones de acceso, que son las más económicas, las más baratas. Pero es entonces cuando nos topamos con el caso paradigmático de Dacia, una de las marcas que ofrece automóviles más económicos. Y una marca que también está apostando por eliminar versiones de acceso, entre otras cosas, por el hecho de que sus clientes no suelan escoger esas versiones.
La llegada del nuevo Dacia Sandero a los concesionarios supuso un incremento de precios para el compacto de Dacia justificado, entre otras cosas, por su mayor equipamiento de serie. Dacia nos reconocía, en cualquier caso, que sus clientes apenas escogen las versión más económica, Access, con un equipamiento muy reducido. Y, de hecho, siempre que hemos hablado del Sandero y sus ofertas hemos recomendado apuntar a versiones más equipadas y atractivas.
La mayoría de los clientes apostaba por los acabados Essential, Comfort, o incluso las versiones más atractivas y caras Stepway, de estilo crossover.
El cliente de Dacia busca un automóvil asequible o, como mínimo, con un precio razonable. Pero no está dispuesto a prescindir del equipamiento que consideramos imprescindible en un coche moderno, como sistemas de entretenimiento y conectividad, o elementos de confort varios.
En un momento como este, el cliente que compra un coche nuevo no apuesta necesariamente por los motores más potentes, pero sí por tecnologías como el GLP, que permiten recibir la etiqueta ECO, o diferentes sistemas híbridos. He aquí la razón por la cual Mercedes-Benz estaría pensando en eliminar los cambios manuales de toda su gama.
Dacia Sandero (izquierda) y Sandero Stepway (derecha).
Así las cosas, Dacia tomaba la decisión estos días de eliminar de su gama Sandero el nivel de acabado Access y el motor 1.0 SCe de 67 CV de potencia. Una decisión que, como os venimos diciendo hace tiempo, no debería afectar demasiado a sus compradores, que hasta ahora apostaban por versiones más equipadas e interesantes.
De manera que el fin de los coches «pelados» de equipamiento no debería ser visto como el mayor problema para los compradores, que ya no podrán adquirir coches nuevos poco equipados. O al menos no debería ser un problema tan importante, y acuciante, como lo está siendo la escalada de precios que están sufriendo los coches nuevos, o la dificultad y el elevado precio que también están presentando los coches semi-nuevos, coches de segunda mano y pocos años y kilómetros.