Históricamente, las Autobahn han sido idealizadas como el paraíso de los conductores, donde los límites de velocidad los marcan únicamente las especificaciones técnicas del vehículo y la prudencia y experiencia del conductor para circular a velocidades superiores a las que lo hacemos en otras autovías europeas.
Las Autobahn son un símbolo de Alemania y de la libertad del conductor, frente a las prohibiciones y las restricciones. Pero con la exigencia de abogar por una transición energética libre de emisiones de gases de efecto invernadero, la prohibición de venta de coches con motor de combustión interna que llegaría en 2035 y el auge de los partidos verdes, y el discurso medioambiental de los partidos de centro y la socialdemocracia, los tramos sin límite de velocidad de las Autobahn podrían tener los días contados.
¿Cuál es la amenaza que se cierne sobre la ausencia de límites de velocidad en los tramos de las Autobahn?
El coche eléctrico y la ausencia de límites en la Autobahn
La primera amenaza de la ausencia de límites de velocidad llega como consecuencia del coche eléctrico. En 2035 se prohibirá la venta de automóviles con motor de combustión interna, lo que nos deja con un mercado del automóvil que estará basado únicamente en coches eléctricos de baterías y de pila de combustible. Alemania, parece estar a favor de una medida que, para más inri, está siendo apoyada y defendida por el fabricante con más peso en el país y en la Unión Europea, el Grupo Volkswagen.
Si bien es cierto el mercado del coche eléctrico dispone de alternativas, como el Porsche Taycan, que pueden alcanzar los 260 km/h, el elevado consumo energético a un ritmo tan alto hace a todas luces inviable la posibilidad de realizar viajes de larga distancia en coche eléctrico aprovechando la ausencia de límites.
Viajar a 260 km/h en un coche eléctrico pierde el sentido, teniendo en cuenta el número de paradas que tendremos que realizar, y el tiempo que estaremos esperando durante la carga de las baterías, incluso en cargadores ultrarrápidos, para recorrer 400 o 500 kilómetros.
Los verdes ganan peso en Alemania
Pero tan importante como el avance del coche eléctrico, la situación política en Alemania. La preocupación medioambiental vende y da muchos votos en Alemania. En los últimos años hemos asistido al avance de los partidos verdes, que haciendo gala de su preocupación medioambiental, y bajo el programa ideológico de la socialdemocracia, han llegado a cosechar victorias electorales y liderar el ejecutivo en estados federados alemanes, participar en gobiernos formados junto con la socialdemocracia tradicional y la democracia cristiana (la CDU de Angela Merkel), y dirigir ayuntamientos.
La socialdemocracia tradicional alemana y la izquierda también han acogido con entusiasmo el discurso medioambiental. De hecho, la izquierda, los socialdemócratas, y los verdes, ya han hecho frente común planteando la necesidad de revisar la política de ausencia de límites de velocidad en los tramos de la Autobahn.
Los democristianos, por su parte, siguen defendiendo «la libertad de movilidad frente a las restricciones y las prohibiciones que apoyan los verdes» (The Local.de). Pero las posiciones defendidas por el partido de Angela Merkel podrían cambiar muy pronto, a tenor de los últimos acontecimientos y de la agenda de comicios de este mismo año.
En su visita a las áreas devastadas por las inundaciones de la pasada semana, Angela Merkel no ha rehuido el discurso medioambiental. Si bien es cierto no es posible encontrar una conexión directa entre las inundaciones que se han cobrado 180 vidas en el este de Alemania, y el cambio climático, existe un consenso absoluto al respecto de las consecuencias que podría tener el daño medioambiental que está generando la humanidad, empezando por provocar que fenómenos tan extremos como las lluvias vividas en Alemania sean cada vez más frecuentes.
Merkel apuntaba a la acción que llevará a cabo el ejecutivo alemán «mediante leyes que se preocupen más por la naturaleza y el clima de lo que lo hicieron en los últimos años». También recordaba que «la batalla contra el cambio climático debe acelerarse». Incluso en las filas de la CDU, el discurso medioambiental gana cada vez más peso y medidas como la posible retirada de los tramos sin límite de las Autobahn dejan de ser un tabú.
En septiembre, tendrá lugar una de las elecciones más importantes para Alemania y la Unión Europea en mucho tiempo, que conformará el 20º Bundestag, y el parlamento de tres estados federados. Estas elecciones marcarán también el fin de una era, con la marcha de Angela Merkel, y un nuevo liderazgo en la cancillería alemana, que podría hacer que Alemania se sitúe en posiciones cada vez más firmes al respecto de las medidas que han de tomarse para alcanzar los objetivos de transformación energética previstos por la Unión Europea para las próximas décadas.