La hiperinflación que está sufriendo el mercado automovilístico, nos está llevando a un escenario donde comprar un coche nuevo de tamaño medio en el entorno de los 20.000 es una tarea prácticamente imposible. En España se venden coches cada vez más caros, las marcas persiguen rentabilidades cada vez más altas y el presupuesto para comprar un coche nuevo no para de incrementarse. Nos guste o no, bajo esta escalada de precios el coche de la clase media está en serio peligro de extinción, brindando así una oportunidad inmejorable para la expansión de los fabricantes de coches chinos y sus precios imposibles de igualar.
La escalada de precios que está viviendo el mercado es por desgracia un aspecto que afecta a todos los vehículos, sin importar cuál sea su segmento. Sin embargo los vehículos de carácter asequible y tamaño más compacto, son posiblemente los más afectados. Motivado por las mejoras en seguridad y equipamiento, pero también por el encarecimiento de la producción, las materias primas, la logística o la energía, los coches baratos han dejado de ser chollos para convertirse en vehículos cuyos precios se han incrementado en porcentajes que hablan de hasta el 76% en modelos como el Dacia Sandero, pudiendo ver a través de este gráfico que tienes a continuación, la evolución del precio de acceso que ha sufrido este modelo en los últimos dos años.
A estas causas se suma además la reestructuración que están realizando los fabricantes ante la escasez de componentes como son los semiconductores, eliminando de sus gamas las versiones más económicas en pos de centrar su producción en las versiones más equipadas, que son también las más rentables para ellos.
Pero de toda desgracia siempre hay alguien que obtiene beneficio, encontrando un mercado europeo en general, pero español en particular, que ve como esos coches que antes se movían en horquillas de precios de entre 20.000 y 25.000 euros, ahora se han ubicado en el entorno de los 30.000 euros. Y es justo ahí donde los fabricantes de coches chinos han encontrado la excusa perfecta para consolidar su asalto al mercado europeo, descubriendo la mayor ofensiva de firmas de coches chinas que hemos conocido nunca, diversificando además su apuesta con multitud de marcas, modelos y hasta diferentes grados de electrificación.
En España ya puedes comprar modelos de fabricantes chinos como MG, DFSK, SWM, DR, BYD, JAC, Xpeng, Aiways, Lynk&Co, etc. Todas estas firmas chinas han desembarcado en Europa con el primer objetivo de ser imbatibles en precio, alineando sus modelos más asequibles en precios donde en la actualidad se mueven marcas como Dacia u otras fabricantes generalistas como Fiat o Citroën para los segmentos A y B.
En esta amplia oferta encontramos de todo, para bien y para mal, sin embargo es importante señalar que en términos generales se percibe una mejora generalizada que busca enterrar esa imagen de coches baratos, pero también malos. Un perfecto ejemplo de este cambio de estrategia es el MG ZS, un SUV urbano cuyo principal reclamo es aventajar a todas sus alternativas en precio - desde 12.950 euros -, pero que además ofrece un nivel de calidad de fabricación y equipamiento bastante similar a la de esos rivales de procedencia europea, coreana o japonesa que tanto han aumentado sus precios.
Sin embargo, este no es el únio cambio que estamos descubriendo con cada nuevo lanzamiento que se produce en el gigante asiático, pues algunos de estos fabricantes chinos han mejorado lo suficiente como para tener ya a ciertos modelos peleando por la más interesante fórmula de la relación calidad/precio, una relación que además cobra mayor importancia en el caso de híbridos enchufables y eléctricos dado el sobrecoste que suponen frente a las versiones con motor térmico. Y sí, esta misma fórmula es la que años atrás sirvió para sustentar el éxito de firmas europeas como Skoda, o el aún más notorio auge de las coreanas Hyundai y Kia, que a estas alturas han conseguido no solo ser claras referencias del mercado generalista, sino competir con las firmas premium a través de la nueva marca Genesis.
En resumidas cuentas, el mercado automovilístico europeo está sumido en un proceso de transformación que conlleva un encarecimiento generalizado de los coches, tanto de primera como de segunda mano. Aunque la electrificación reducirá sus costes con el paso del tiempo, esto no supondrá una rebaja de los precios, sino una inflación cada vez menor, justificando así el por qué los fabricantes se han comprometido con la idea de vender menos coches, pero con un mayor margen de beneficio. Por lo tanto, mientras ese mercado al que estábamos ya acostrumbrados viaja hacia unos precios de compra cada vez más elevados, el nuevo espacio libre que se genera es pasto para que otros fabricantes como los chinos entren libremente en escena, convirtiéndose en la gran alternativa para los que buscan un coche de tamaño medio (compacto, familiar, SUV, etc.) por 20.000 euros o menos.