Era 1894 y los hermanos Édouard y André Michelin se encontraban en la Exposición Universal de Lyon cuando se toparon con una pila de neumáticos. Se quedaron mirándola y Édouard dijo: “Mira, si tuviera brazos sería un hombre”.
El origen de Bibendum, más conocido como “El muñeco de Michelin”
No puedes fundar una empresa que factura 20.000 millones al año sin tener algo de imaginación, ¿verdad? De esta manera crearon al hombre neumático para vender mejor sus gomas.
Pero lejos quedaba el diseño tan simpático de hoy día. Entre finales del siglo XIX y principios del XX, Bibendum fumaba, se iba de fiesta y hacía combates de gladiadores.
Evolución de Bibendum
En los actos promocionales, las personas que se disfrazaban de Bibendum parecían más un monstruo sacado de una peli de terror de serie B, que una pila de neumáticos con brazos.
Antes de 1917 los neumáticos Michelin eran de color blanco grisáceo, o tenían un tono beige claro. Posteriormente se añadió carbón a la fórmula del caucho con el objetivo de que las cubiertas no estuvieran siempre sucias, además de descubrir que hacía las veces de agente conservante y fortalecedor.
Su aspecto se fue refinando hasta la imagen que todos conocemos hoy día, pero su color se mantuvo blanco. Un blanco puro. Siempre se ha dicho que ese blanco representa esos primeros años del neumático, antes de añadir el carbón. A parte, comercialmente hablando, mostrar un blanco impoluto da imagen de que el producto está fresco y es duradero.
Hasta ahora todo tiene lógica, pero la propia Michelin, con motivo de la celebración del 120 cumpleaños de Bibendum, añadió una razón más romántica para explicar el por qué del blanco impoluto del hombre de Michelin.
En el siglo XIX, tener un vehículo en propiedad no era la suerte de todos. Eso quiere decir que solo la persona que podía tener un automóvil tendría también la cartera para comprar un neumático. Es por ello que en esos años, se consideraba al neumático un artículo de lujo y, como tal, se vendía envuelto en papel de seda blanco.
Esto daría sentido a por qué una pila de neumáticos almacenados germinó la idea del nacimiento de un hombre hecho de neumáticos de color blanco inmaculado. Sencillamente, no se había retirado el papel de seda que los envolvía.