En los últimos años hemos venido hablando acerca de un asunto espinoso y de un plan que, en cualquier caso, ha ido retrasándose una y otra vez, el de la subida de impuestos al diésel. El gasóleo sigue estando bonificado o, mejor dicho, recibiendo un tratamiento fiscal más favorable que la gasolina. Mientras la gasolina tiene fijado un impuesto especial sobre hidrocarburos de 40,25 céntimos de euro por litro repostado, el gasóleo únicamente está gravado con 30,7 céntimos de euro por litro repostado. Ahora bien, ¿qué sucedería si se equiparasen los impuestos de gasóleo y gasolina?
El impacto de la subida de impuestos al diésel
En 2018, el Gobierno hablaba abiertamente de la equiparación de impuestos para gasolina y gasóleo, que necesariamente implicaría una subida de los impuestos para este último, estimando que la recaudación anual imputada a esta equiparación sería de 2.100 millones de euros. No obstante, el plan inicial del Gobierno en aquel momento no pasaba por una equiparación inmediata de los impuestos, lo que supondría una subida del gasóleo de 9,55 céntimos de euro por litro repostado, sino de ir aplicando la subida progresivamente, en un plazo estimado de tres o cuatro años, tras el cual los impuestos de gasóleo y gasolina se habrían equiparado.
En 2019, el Gobierno estimaba que un incremento del impuesto del gasóleo en 3,8 céntimos de euro por litro aumentaría la recaudación en 670 millones de euros.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha presentado estos días la segunda fase de sus estudios sobre la revisión del gasto público – Spending Review. En su trabajo se incluye el impacto que tendría una medida como la subida de impuestos al diésel y sus conclusiones no son muy diferentes que las estimadas ya en 2018 por el Gobierno.
Equiparar los impuestos de gasóleo y gasolina supondría una recaudación de 2.393 millones de euros, de los cuales 1.092 millones de euros provendrían del ámbito no profesional. En este análisis la AIReF también habría considerado la caída de la demanda del gasóleo que se produciría con motivo del incremento de su precio por la subida de impuestos. La AIReF estima que la caída de la demanda se situaría en el entorno del 5,7%, haciendo que el mercado redujera el consumo anual de gasóleo A – que es de unos 27.083 millones de litros – en 1.545 millones de litros.
Ahora bien, ¿asistiremos a una subida de los impuestos al gasóleo?
¿Habrá subida de impuestos al diésel?
Los problemas de una subida de los impuestos al gasóleo son evidentes y se hacen aún más palpables en una situación económica complicada, como es la que estamos viviendo desde que estallara la crisis de la COVID-19. Primero, es una medida impopular, que repercute directamente en la economía de las familias españolas y del sector del transporte y que necesariamente también repercutiría con un incremento del gasto para la rentas bajas y medias. No obstante, el estudio de la AIReF destaca que, desde el punto de vista de la desigualdad, tendría un efecto neutral.
Los aspectos que sí nos pueden llevar a pensar que la subida de impuestos al gasóleo se producirá, no obstante, son aún más potentes. Por un lado, el aumento de gasto público exige de un aumento de la recaudación y, como ya hemos visto en este artículo, la recaudación de una subida de impuestos al gasóleo es importante. Si miramos a la Unión Europea, por un lado nos encontraremos con que, si bien es cierto, la equiparación de impuestos de gasóleo y gasolina no es lo habitual, en España la imposición ambiental es reducida, respecto a la media de la Unión.
Por otro lado, el tratamiento fiscal favorable del gasóleo ha fomentado el uso del diésel. Pero en un momento en que el objetivo medioambiental pasa por reducir aún más las emisiones, y el consumo de combustibles fósiles, y que la Unión Europea demanda acciones de los estados miembros en esta línea, es probable que se abogue por limitar el fomento del diésel, y por ende incrementar sus impuestos hasta equipararlos con los de la gasolina, y por fomentar aún más alternativas como el coche eléctrico y los híbridos enchufables.
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