Allá por 2004 salía al mercado un simulador que dejó en shock a muchos seguidores del simracing – entonces en pañales en comparación con los avances a día de hoy – y que, a día de hoy, se sigue utilizando por una cualidad que ni siquiera videojuegos modernos han sabido (o se han atrevido) a llevar al consumidor. Se trata del ‘abuelo’ de los juegos de rallyes: Richard Burns Rally, el que nació para enfrentarse, en cierto sentido, a los Colin McRae Rally y hoy día es un juego de culto.
Richard Burns Rally, adelantado a su tiempo
Para entonces, Colin McRae Rally había logrado una gran experiencia a los fans de rallyes y su secuela, CMR 2.0, la había perfeccionado en prácticamente todo lo imaginable. En lo que respecta a dificultad, años antes había salido Rally Championship 2000, reflejando tramos y coches del Campeonato Británico de Rallyes (tramos a escala 1:1, con recorridos de más de 30, 40 e ¡incluso algunos de más de 50 kilómetros!) incluyendo los geniales Kit Car y los World Rally Cars de la época. Pero, aunque era realista, no llegaba a ser todo lo fiel que un simulador podría llegar a ser.
Esto fue exactamente lo que hizo a la perfección – y de manera alucinante, sobre todo para ser 2004 – Richard Burns Rally. Un juego que muchos hubieran pasado por alto de no ser por una experiencia prácticamente clavada a la vida real. No tenía demasiado contenido, no es estéticamente avanzado, pero todo eso quedaba a un lado cuando se refleja la enorme dificultad de llevar coches de rallyes a más de 120 kilómetros de media por tramos de asfalto roto y estrecho. Pero, ¿y si se arreglase la cuestión del contenido?
Saltamos en el tiempo de vuelta a 2024 y una enorme comunidad de fans han añadido, a través de mods (al igual que Assetto Corsa, que se beneficia de ser open source), una infinidad de coches y tramos de manera que es posible revivir a tiempo real temporadas completas e incluso organizar campeonatos de rallyes online aprovechando su motor físico. Eso sí, con algunas limitaciones, como por ejemplo la posibilidad de realizar retransmisiones.
De hecho, es sabido que existen varios pilotos profesionales de la actualidad que han dedicado largas jornadas (o incluso siguen dedicando) a RBR, siendo el caso más sonado el del piloto letón Nikolay Gryazin, que corre con Citroën dentro de la categoría WRC2 del Mundial de Rallyes. Otro piloto que incluso ha logrado podios en el WRC como es Teemu Suninen también ha alabado las sensaciones de RBR, aunque también ha destacado las de la saga Dirt Rally – los sucesores de los Colin McRae Rally, incluyendo el actual EA Sports WRC.
Nikolay Gryazin y Teemu Suninen, pilotos de rallyes profesionales que han alabado RBR por sus sensaciones
Aunque pasen 20 años más, como ocurre con otros juegos de culto (algunos juegos de lucha siguen con comunidades muy activas tras más de 20 e incluso 30 años, por ejemplo), es casi seguro que habrá seguimiento de RBR, como también de iRacing, otro gran simulador alabado por sus físicas. Aún así, el hecho de que un juego con unas sensaciones tan realistas apareciera en 2004, teniendo en cuenta que aún se solía jugar con teclado – ni siquiera con mando, mucho menos volantes avanzados con Direct Drive o pedaleras con células de carga – es encomiable. Larga vida al rey.