La idea de que Ford tome la inspiración de uno de sus iconos, del Mustang, para su nuevo SUV eléctrico podría parecernos un tanto descabellada. Y es por eso que se hace necesario entender el contexto y la importancia de este lanzamiento junto con el de otras novedades, no menos sorprendentes, que veremos en los concesionarios en los próximos años. Hablemos del Mustang de los SUV y la estrategia de Ford.
El Mustang de los SUV es un coche eléctrico
Ford lleva anticipándonos desde el año pasado que su próximo SUV eléctrico estará inspirado en el Ford Mustang. Ya sabemos que su autonomía será de 600 kilómetros y que, por su enfoque, aspira a alcanzar un posicionamiento muy alto. Ford suele referirse a él, en numerosas ocasiones, como «eléctrico de altas prestaciones».
Ford Mustang Mach-E
De manera que todo apunta a que deberíamos imaginárnoslo más como un rival de Tesla, o incluso de los eléctricos que han comenzado a lanzar las premium alemanas, y marcas como Jaguar, que de crossovers eléctricos como los que esperamos de marcas como Volkswagen o SEAT.
El Ford Explorer en Europa, como híbrido enchufable de altos vuelos
Ford entiende que su futuro gira alrededor de los SUV y a diferentes suertes de hibridación y electrificación. El mejor ejemplo es el nuevo Ford Kuga, que dispondrá de mecánicas micro-híbridas, híbridas completas, e híbridas enchufables. Pero el caso más sorprendente, sin duda, es el del Ford Explorer.
Si ya nos sorprende el hecho de que aterrice en Europa un SUV como el Ford Explorer, con una concepción muy americana, a medida de lo que demanda el cliente estadounidense, aún más que la única mecánica que vayamos a ver en nuestro continente sea un sistema híbrido que combina 450 CV de potencia. De nuevo, Ford aspira a competir con un posicionamiento alto y en categorías poco explotadas pero, a priori, rentables para amortizar un coche que inicialmente no estaba pensado para Europa. El Ford Explorer en Europa será un SUV enorme, de altas prestaciones, con la ventaja de su sistema híbrido enchufable, y un sistema que replica lo ya visto en productos como el Porsche Cayenne o el Range Rover Sport.
Aunque también sea muy sorprendente, el del nuevo Ford Puma es un caso completamente diferente. Si bien es cierto nos ha llamado la atención que lo que antaño era un coupé, o al menos su nombre, ahora sea un crossover, un producto situado a medio camino entre Ecosport y Kuga, con una concepción más deportiva y juvenil, tiene mucho sentido. Y si no que se lo digan al Volkswagen T-Cross.
En cualquier caso, parece que Ford dará mucho de qué hablar en los próximos años. Ford ha desvelado sus cartas, entre las cuales los SUV serán los grandes protagonistas, y con un plan en el que los eléctricos, y sobre todo los híbridos, jugarán un papel fundamental con una gama muy variada.