Twitter se ha convertido en uno de los estrados predilectos de Elon Musk. El CEO de Tesla utiliza la conocida plataforma para verter sus opiniones y hacer todo tipo de comentarios. Palabras que no suelen pasar desapercibidas y cuyo poder ha llegado a provocar que el bitcoin se desplome o que una empresa se haga millonaria. En una de sus últimas intervenciones ha desvelado el secreto mejor guardado de sus Tesla y no, no tiene nada que ver con su autonomía.
Lo lógico sería pensar que uno de los secretos que con más celo ha guardado Tesla está relacionado con los motores de sus coches o con la independencia eléctrica que ofrecen. Nada más lejos de la realidad. Tiene que ver con algo que no se ve a simple vista, pero nada tiene que ver con la parte mecánica. Al menos, eso es lo que se desprende de las palabras publicadas por Elon Musk en su red social preferida.
Sistema de filtración del aire
Todo comenzó cuando la cuenta Tesla Owners of Silicon Valley (Propietarios de Tesla en Silicon Valley) publicó un tweet en el que afirmaban que, desde su punto de vista, una de las mejores virtudes de estos coches eléctricos en la que pocos reparaban era su sistema de filtración del aire. La reacción de Elon Musk no tardó en llegar de forma escueta, pero contundente: “Yeah” (“Sí”).
¿Cuál es el motivo de esa afirmación y de su posterior confirmación por parte del CEO de la marca californiana? Los filtros High Efficiency Particle Arresting (HEPA) con los que están equipados los nuevos Tesla Model S, Tesla Model S Plaid y Tesla Model X, que ofrecen una eficiencia superior al 99,97% a la hora de eliminar cualquier partícula perjudicial para el conductor y sus acompañantes.
High Efficiency Particle Arresting (HEPA)
Hablamos de un componente que tiene un tamaño diez veces superior al de un filtro convencional, pero es cien veces más eficaz que los empleados por las marcas Premium. Según afirma Tesla, el HEPA es lo suficientemente potente como para proteger sus coches frente a un ataque con armas biológicas.
La clave que hace especial a este filtro de aire molecular de alto rendimiento es su capacidad para eliminar la mayor parte de alérgenos circulantes en el aire ayudando a controlar la calidad del mismo: esporas del moho, polvo, partículas procedentes de las mascotas… Tal es su nivel que son empleados para purificar las UCIs de los hospitales o espacios cerrados como los aviones.
Los expertos los describen como “el mejor tipo de limpiadores de aire que existe” y lo cierto es que las cifras les acompañan. La normativa vigente en Europa les obliga a eliminar, como mínimo, el 99,95% de las partículas mientras que en Estados Unidos la ley exige que ese porcentaje sea un poco superior llegando al 99,97%.
Cada tres años
Sea como sea, su funcionamiento es el mismo en ambos continentes. El filtro HEPA cuenta con un ventilador que extrae el aire, lo limpia y lo expulsa de nuevo. El paso fundamental es el segundo y el encargado de llevarlo a cabo es un filtro formado por una malla de fibras: éstas se colocan aleatoriamente y en forma de acordeón para ampliar su capacidad de atrapar partículas. Los materiales empleados en esas capas son celulosa, fibra sintética o de vidrio.
Para llevar a cabo el proceso de purificación del aire emplea dos mecanismos: impacto e interceptación (cuando las partículas tienen más de 0,3 micras) o difusión (cuando su tamaño es inferior a las 0,3 micras). Normalmente llevan a cabo esa limpieza cinco veces cada hora y Tesla recomienda sustituirlo cada tres años. Una operación que puede costar varios cientos de euros: no sabemos el precio del componente empleado por la marca de Elon Musk, pero los filtros HEPA más efectivos pueden llegar a costar 400 euros.
