No me cansaré de manifestar mi fascinación por la riqueza del refranero español. «Cuando habla sube el pan» es, sin duda, uno de mis refranes favoritos y el que un día más debería aplicarse a una de las figuras más relevantes de la industria del automóvil. Aquellos que seguimos de cerca la actualidad del mundo de las criptomonedas nos encontramos desde hace tiempo con una situación recurrente. Consultas el valor de las criptomonedas que estás siguiendo, y de la más conocida de todas ellas, el Bitcoin. Descubres que el valor se ha desplomado. Y sabes que él ha hablado.
La ruptura del idilio de Tesla con Bitcoin
Elon Musk y Tesla han roto, al menos temporalmente, con Bitcoin. Hace unas semanas os hablábamos de la relación entre Tesla, Elon Musk y Bitcoin.
Durante mucho tiempo, Elon Musk había profesado su interés por la más famosa, cotizada, y capitalizada, criptomoneda. Sus declaraciones, a menudo crípticas, han tenido como consecuencia la subida – y la bajada – de la cotización del Bitcoin y otras criptomonedas, y que proliferaran rumores, a todas luces exagerados, de que la identidad que se pudiera esconder tras la figura del misterioso fundador del Bitcoin fuera el propio Elon Musk. Recordemos que Elon Musk fue uno de los pioneros de las transacciones electrónicas y miembro fundador del equipo que se unió en 2001 para dar vida al proyecto PayPal.
Pero en los últimos meses los acontecimientos se apresuraron. La relación entre Elon Musk, Tesla y el Bitcoin se había convertido en un asunto solemne. Elon Musk anunciaba que Tesla establecería los cauces pertinentes para permitir que sus clientes pudieran comprar cualquiera de sus coches eléctricos empleando Bitcoin.
Y no solo eso. Lejos de emplear el Bitcoin como un mero medio de pago que, transformado en la correspondiente moneda de curso legal, sufragara el coste del automóvil, Elon Musk aseguraba que Tesla conservaría el pago en criptomoneda y no lo transformaría en dólares. El idilio de Tesla con la criptomoneda llegaría incluso hasta el punto en que la marca de automóviles eléctricos anunciaría a sus inversores que había adquirido 1.500 millones de dólares en Bitcoin, considerándolo una inversión a largo plazo, y la primera de una serie de compras de criptomonedas que se irían repitiendo en el tiempo.
El idilio se ha roto. Y ahora Elon Musk anuncia que Tesla dejará de vender sus coches en Bitcoin. ¿Por qué ha roto Tesla con el Bitcoin? ¿Es una ruptura definitiva? ¿Seguirán trabajando con otras criptomonedas?
¿Por qué rompe Tesla con Bitcoin?
La razón por la que Tesla rompe con Bitcoin es el elevado coste energético de esta y otras criptomonedas. No es ninguna novedad. Todos lo sabíamos. Evidentemente Elon Musk lo sabía. En el escueto comunicado que ha difundido Elon Musk en Twitter, a modo de nota de prensa de Tesla, se reconoce que «las criptomonedas son una buena idea» y que «creen que su futuro es prometedor», pero también expresan su preocupación por «el uso de combustibles fósiles para el minado y las transacciones de Bitcoin, especialmente carbón».
La ruptura no es definitiva. Tal y como reza en el propio comunicado, «Tesla no venderá ningún Bitcoin», manteniendo la inversión realizada hasta la fecha, y «reanudará las actividades en Bitcoin en cuanto las transacciones y el minado sean más sostenibles».
Elon Musk apunta otra línea no menos interesante. Tesla estaría buscando «otras criptomonedas que usen menos de un 1% de la energía que consume Bitcoin en sus transacciones». Ahora bien, ¿a qué se debe este consumo energético? ¿Qué es el minado de criptomonedas?
¿Por qué consume tanto la red de Bitcoin?
Simplificándolo mucho, Bitcoin y otras muchas criptomonedas se basan en cadenas de bloques (blockchain), en las que se registra todo el sistema de transacciones que mantiene la criptomoneda. En esta suerte de base de datos distribuida, dispersa en la red, existen una serie de claves criptográficas que sostienen las transacciones. Y estas claves criptográficas, agrupadas en bloques, están continuamente verificándose y generándose para registrar las nuevas transacciones que se produzcan.
Pero como no es el momento de analizar los entresijos técnicos de Bitcoin, y otras criptomonedas, iremos directamente a la cuestión que nos interesa en estos momentos para entender por qué Tesla rompe con Bitcoin.
El mantenimiento de la cadena de bloques se lleva a cabo mediante la actividad de minería, que ofrece su capacidad de procesamiento a cambio de determinada remuneración. Los algoritmos que verifican los bloques de la cadena requieren una capacidad de procesamiento muy elevada y esa capacidad de procesamiento supone un consumo energético descomunal. De ahí que muchas criptomonedas, como el Bitcoin, generen muchas dudas por su elevado coste energético y, por ende, medioambiental.
El elevado consumo energético de Bitcoin
Según unos investigadores de la Universidad de Cambridge, se estima que el consumo energético de la red de Bitcoin se sitúa próximo a los 150 TWh. El consumo energético total en España en 2019 fue de 239 TWh. Podría decirse que la red de Bitcoin equivale en términos energéticos a un país con una economía y una industria potente. El consumo energético de Bitcoin es superior al de países como Noruega, Suecia, Países Bajos, Polonia, o Ucrania.
La minería de criptomonedas puede llevarse a cabo con medios que van desde un ordenador personal de escritorio ejecutando algoritmos que manejan enormes grafos, a inmensas instalaciones industriales, granjas de minería, repletas de sistemas informáticos. Buena parte de estas granjas de minería están localizadas en países que, como China, tienen una alta dependencia energética de la producción mediante combustibles fósiles como el carbón.
Uno de los muchos argumentos que esgrimen los más críticos con las criptomonedas tiene que ver precisamente con esta, la razón por la cual Tesla ha decidido cesar sus transacciones en Bitcoin. Naturalmente existen criptomonedas que han logrado, parcialmente, mitigar este efecto. Otras criptomonedas, como Ethereum, la segunda en volumen de capitalización tras Bitcoin, lleva años trabajando en un nuevo modelo de verificaciones que, además de ser más seguro, mantenga la cadena de bloques con un coste energético ínfimo, en comparación con las cifras actuales.
Ahora somos muchos, entre los que me incluyo, los que nos preguntamos por qué Elon Musk y Tesla han llevado a cabo los movimientos de los últimos meses con respecto al Bitcoin. Su idilio con el Bitcoin, y su posterior ruptura, estarán siempre bajo la sospecha de maniobras especulativas. Pero, sin duda, también podríamos estar ante una maniobra para acelerar el desarrollo de criptomonedas como Bitcoin y la llegada de nuevas criptomonedas que resuelvan el problema que ha llevado a Tesla a cesar sus transacciones en Bitcoin, el elevado consumo energético y su coste medioambiental.