Los quads son vehículos a los que no acabo de «pillar» la gracia. Más allá de ciertas aplicaciones profesionales, especialmente en el sector agrario, me parece que tienen los defectos de un coche y una moto, sin las ventajas intrínsecas de ninguno de ellos. Dicho sea esto, he conducido varios y son divertidos, aunque la estabilidad no sea su punto fuerte. El Engler FF, el vehículo que tenéis en pantalla, también es un quad. Se conduce a cielo abierto y la dirección se opera mediante un manillar. Ahora bien, sus prestaciones… son de otro mundo.
El Engler FF es un superdeportivo de motor central que se pilota como un quad. O es un quad con motor central y tren de rodaje de coche. Sea como fuere, es una máquina de prestaciones de infarto, cuyo pilotaje a cielo abierto y con un manillar parece del todo menos relajante y carente de riesgos. Este mega quad está movido por un motor V10 de 5,2 litros procedente de un Audi R8, que el pequeño fabricante boutique ha llevado hasta los 1.100 CV mediante un sistema de sobrealimentación por doble turbocompresor en paralelo.
El fabricante no ha comunicado si su engendro es de tracción total o es de dos ruedas motrices, pero sabemos que emplea la caja de cambios S tronic de doble embrague y siete relaciones para cambiar de marchas. La estructura del Engler FF es un monocasco de fibra de carbono de diseño ad-hoc y es capaz de albergar en su parte central a dos ocupantes – que se sientan como en un quad o una moto, uno detrás de otro. Me resisto a llamarlo coche, aunque tenga una carrocería aerodinámica construida en fibra de carbono: no ofrece protección alguna a los ocupantes.
Y con las prestaciones que promete, creo que merecen cierta protección. Este bestial quad de apenas 1.100 kilogramos de peso es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en sólo 2,5 segundos – tan rápido como un Bugatti Veyron – y tiene una velocidad punta de 350 km/h. Cosas de tener una relación peso potencia de 1 kg/CV. Si somos capaces de soportar su aceleración y queremos frenar con fuerza, su equipo de frenado consta de frenos carbonocerámicos de enormes dimensiones: los discos delanteros son de 15,75 pulgadas de diámetro, los traseros «solo» de 15 pulgadas.
En lo tocante a su diseño, es una máquina de proporciones un tanto peculiares – por decirlo suavemente. Quizá no sorprende demasiado que use las ópticas delanteras y traseras del último Audi R8, del que hereda gran parte de componentes mecánicos. Por el momento, no se ha anunciado el precio o disponibilidad de este juguete para aquellos que ya tienen todo y solo buscan emociones fuertes. Una última reflexión, ¿conseguirá pasar del «vaporware» a la realidad?
