Y el motivo no es otro que la entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en aquellos municipios con más de 50.000 habitantes. Estas deberán estar en activo, a más tardar, el 1 de enero de 2023, estando ya presentes en algunas urbes que no sean ni Madrid ni Barcelona. Pero teniendo en cuenta el cada vez más complicado contexto que se avecina para los coches sin etiqueta ECO y CERO de la DGT es mejor estar precavido y tener en cuenta la entrada del peor de los escenarios.
Aunque bien es cierto que las grandes urbes tienen unas restricciones cada vez más estrictas en lo que a acceso de coches se refiere, no muchos otros municipios presentaban impedimento para entrar en sus respectivas zonas centro. Pero esto se acabará en cuanto arranque el año que viene, momento en el que cada ayuntamiento deberá presentar su normativa.
Las ZBE entrarán en vigor el 1 de enero de 2023, y esto es todo lo que sabemos
Porque sí, las ZBE serán competencia de cada ayuntamiento, por lo que podríamos encontrarnos con ciudades con restricciones mucho más duras que otras. De esta manera, algunos municipios podrían limitarse a aplicar normas más severas a la hora de estacionar en la zona SER y otros ir mucho más lejos y establecer una zona centro a la que tan solo tengan acceso vehículos con etiqueta CERO, taxis, VTC, transporte público o aquellos que acudan a un parking o estén invitados por un residente de dicha zona.
Sea como fuere, los vehículos que más ventajas experimentarán en esas Zonas de Bajas Emisiones, independientemente de lo restrictivas que sean, serán aquellos que posean la etiqueta ECO y CERO de la DGT. Los poseedores de la primera son todo vehículo que haga uso de un sistema híbrido (HEV), mild-hybrid (MHEV) de 48V o cuente con un depósito adicional de GLP o GNC.
La etiqueta CERO, por su parte, la reciben los coches híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía en modo eléctrico mínima de 40 kilómetros y aquellos vehículos que sean 100% eléctricos. De esta manera, los propietarios de vehículos híbridos, híbridos enchufables y eléctricos no tendrán que temer por entrada en vigor de las ZBE el próximo 1 de enero de 2023.
Pero, ¿qué pasa con los coches con etiqueta B, C y aquellos que no reciben ningún distintivo? Estos últimos serán los que más consecuencias sufran con la presencia de las Zonas de Bajas Emisiones, pero los coches con etiqueta B y C irán progresivamente pasando por la cuerda floja hasta un posible punto de no retorno; en otras palabras: podría llegar un escenario en el que las restricciones impidan a estos circular por las ZBE.
Esto se debe no solo a los parámetros que decida aplicar cada ayuntamiento, sino también por las exigencias del plan que tiene el Gobierno para evolucionar las Zonas de Bajas Emisiones. Y es que tal y como se recoge en el proyecto de Real Decreto, las ZBE que ya existan deberán someterse y adaptarse a las exigencias que existan en un plazo de cuatro años.
Es decir, que si en 2027 el Gobierno ha establecido una normativa en lo que al acceso a las Zonas de Bajas Emisiones se refiere, todas las que entren en vigor el 1 de enero de 2023 deberán renovar su normativa y adaptar las nuevas exigencias. Esto quiere decir que con alta probabilidad existirá ese contexto en el que los coches con etiqueta B y etiqueta C no tengan permitido circular ya no solo por las zonas centrales, sino incluso entrar en la propia ciudad.
Mientras tanto, e independientemente de lo que decida cada ayuntamiento en cuanto a normativa para las ZBE, todo aquel que no cumpla con el reglamento se enfrentará a una multa de 200 euros, pudiendo reducir la cifra hasta los 100 euros con pronto pago.