El Bugatti Chiron Centodieci es un tributo al Bugatti EB110, el superdeportivo que la marca francesa concibió en los años noventa antes de entrar a formar parte del Grupo Volkswagen. Antes, también, de que acabe 2022, el propietario de la décima y última unidad de esta edición limitada ha tomado posesión de la misma. Sin embargo, lo que hace verdaderamente especial es su homenaje a la historia.
Su salida de las líneas de producción de Molsheim es una oportunidad perfecta para descubrir su configuración porque, además, ahí es donde está la clave de este Bugatti Chiron Centodieci (que es 110 en italiano). Antes de ser presentado, en 2019, las diez unidades de esta edición especial ya estaban vendidas: cada una costó ocho millones de euros.
Las entregas comenzaron el pasado mes de junio después de que cada uno de los acaudalados propietarios diera su toque personal al Bugatti Chiron Centodieci. Seis meses después, la última unidad ha puesto rumbo a su próximo destino: un hiperdeportivo que es especial de por sí, puesto que es el número diez, vinculado al modelo al que rinde homenaje. No obstante, los colores elegidos por su dueño son los que marcan la diferencia y rinden homenaje a la historia de la marca.
Bugatti y el azul
Este ejemplar del Bugatti Chiron Centodieci está configurado con el Blanco Cuarzo para la carrocería, un tono que contrasta el acabado Black Matt de la parrilla y con el Black Carbon de los faldones laterales; el negro aparece, también, en una sección del capó y en las carcasas de los retrovisores exteriores.
El logotipo de Bugatti en el alerón trasero está acabado en Light Blue Sport, al igual que las pinzas de freno. El azul (y, más concretamente, el French Racing Blue) es el color que ha marcado la historia de la marca Bugatti, igual que el Rosso Corsa lo ha hecho en Ferrari. Con ese color tiñeron las competiciones automovilísticas que dominaron en los años veinte y, con el paso del tiempo, lo han reinterpretado para sus modelos más modernos. Eso sí, la combinación preferida de Ettore Bugatti fue otra: la formada por el amarillo y el negro.
El azul no solamente aparece en el exterior del Bugatti Chiron Centodieci, también en el interior… cuyo desarrollo se prolongó durante un año. El dueño ha elegido, para la ocasión, una tapicería de cuero en el mismo color: Light Blue Sport. El patrón de diamantes (con el que evocan el acolchado utilizado en el Bugatti EB110) está presente en varios puntos como los paneles de las puertas, el revestimiento del techo, los asientos, la consola central o incluso las alfombrillas.
El relevo
Como el resto de Bugatti Chiron Centodieci, está impulsado por el 8.0 W16 con cuatro turbocompresores que desarrolla 1.600 CV de potencia y tiene 1.600 Nm de par máximo. Estas cifras le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos, de 0 a 200 km/h en 6,1 segundos y de 0 a 300 km/h en 13,1 segundos. Su velocidad máxima es de 380 km/h.
Con la salida del Bugatti Chiron Centodieci, la marca se centrará en los pedidos que tiene pendientes antes de dar paso al Bugatti Mistral (sus 99 unidades supondrán la despedida definitiva del icónico W16 de la marca francesa) y al Bugatti Bolide (cuarenta unidades), un modelo pensado para los circuitos. Durante algún tiempo, estarán ocupados en Molsheim.