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¿Sabes cuál es el último coche que firmó Enzo Ferrari en persona?

Enzo Ferrari, apodado Il Commendatore, desempeñó un papel importantísimo en el auge de la industria del automóvil. Movido por una pasión en la que había convertido toda su vida, lo justo era que el último coche que firmó personalmente antes de dejar este mundo, fuese uno de los mejores Ferrari de la historia: El Ferrari F40.

Ferrari F40: Un legado imperecedero

Cada cierto tiempo, como si fuese algo ritual, debemos hablar del F40. Ese coche que marcó una época superando todos los estándares de la Casa de Maranello.

Hablamos de una máquina sumamente rápida y potente. Un caballo indomable que resumía todo lo que representaba la firma italiana.

El último coche firmado personalmente por Enzo antes de dejar este mundo, fue uno de los mejores Ferrari de la hisotira: El F40

Ferrari F40: Su origen

El señor Enzo tenía una visión especial para captar talentos. Un claro ejemplo fue el fichaje del ingeniero Nicola Materazzi en 1979. Se trataba del tipo que más sabía en Italia sobre la emergente tecnología de turboalimentación. Trabajó en los coches de F1 de la Scuderia Ferrari a principios de los 80 y supervisó el desarrollo del GTO.

El GTO tuvo un inicio complicado que da para otro artículo, pero se vendió tan bien, que Il Commendatore quiso crear un sucesor. Como estarás imaginando, el F40 fue quien tomaría el relevo del GTO, recibiendo el 40 de su nombre en honor a los 40 años que la empresa había estado revolucionando el sector.

Pretendían fabricar 400 ejemplares, pero cuando terminaron la tirada, la producción había superado las 1300 unidades.

El Ferrari F40 fue concebido como sucesor del GTO gracias a su éxito

Ferrari F40: Fabricación

Desarrollado en poco más de un año, Enzo permitió al equipo una suerte de libertad inusual. Esto les permitió perfilar un enfoque y un propósito poco comunes, creando un coche que traslada a la carretera, los elementos propios de una pista de carreras.

El F40 empleaba tecnología de la Fórmula 1 contemporánea. Chasis tubular de acero con paneles de Kevlar adheridos. Puertas capó y portón de maletero en fibra de carbono. Motor V8 de 2936cc con doble turbocompresor de 478cv. Iba montado longitudinalmente para igualar la longitud de los escapes. El bloque, culatas, tapas de árbol de levas y colectores de admisión se moldearon en aleación silumin en la fundición de Maranello, mientras que el cigüeñal se mecanizó a partir de una pieza de acero macizo.

Con un peso de solo 1250kg, el F40 firmaba el 0 a 100 en 4.1 segundos, con una velocidad máxima de 324km/h. Algo que en 1987 era bestial.

El F40 empleaba tecnología de la Fórmula 1 contemporánea

Ferrari F40: La obra maestra

La ferviente mecánica fusionada con la agresiva belleza del diseño de la carrocería firmada por la casa Pininfarina, dieron a este coche una reputación más que consolidada con el paso de los años.

Nos encontramos ante un aparato que exige un gran respeto a cualquiera que tenga la suerte de conducirlo. En palabras de Gerhard Berger, que corría para la Scuderia Ferrari en 1987, “es muy fácil de conducir… para quien tenga experiencia en coches de carreras”. El doble turbo, la explosiva respuesta del acelerador y la ausencia total de asistencias se suman a un interior espartano creando un conjunto pensado para una sola cosa: Correr.

El aura de este coche embruja a cualquiera que se le acerque, aunque solo sea para investigar sobre él. Está claro que Ferrari sigue buscando una manera de traer un alma como la suya en la nueva era eléctrica. Mientras tanto, en un mundo digital, el F40 seguirá siendo adrenalina analógica.

«Es muy fácil de conducir… para quien tenga experiencia en coches de carreras”

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Martín Jemes

Amante del mundo del motor y cinéfilo, nada le gusta más que contar una gran historia. Seguir leyendo...

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