Los coches eléctricos han irrumpido con fuerza en el mercado automovilístico, alcanzando prácticamente todas las marcas, incluida Porsche. Con su Taycan, el primer modelo 100% eléctrico de la firma alemana, la marca inició un nuevo camino en su historia, pero intentando mantener en todo momento las cualidades que hacen de sus creaciones algo así como objetos de deseo con ruedas. Ahora desde Porsche quieren dejar claro que sus coches eléctricos son tan buenos que no necesitan ningún elemento que recuerde a los modelos de combustión, aunque muchos nostálgicos se echen las manos a la cabeza.
Porsches eléctricos sí, pero con su propio carácter
Son muchos los que tachan a los coches eléctricos como «lavadoras con ruedas», como coches «sin alma» que numerosas ocasiones son capaces de firmar unas prestaciones realmente brillantes pero que, en una conducción dinámica y deportiva no son capaces de «enganchar» o transmitir sensaciones deportivas a sus conductores. Por eso, algunos fabricantes han decidido crear «puentes» entre sus modelos de combustión y sus modelos eléctricos, algo que parece que Porsche no está dispuesta a hacer.
Y es que recientemente Porsche ha dejado claro que no seguirá la tendencia de otros fabricantes que buscan replicar las sensaciones de los motores de combustión interna en sus vehículos eléctricos. La marca alemana ha declarado a través de uno de sus pilotos de pruebas, Lars Kern, que no instalará elementos como cajas de cambio falsas o sonidos emulados que recuerden a un motor térmico en sus coches eléctricos. Según la marca alemana, estos añadidos serían «inventos» que harían que sus vehículos «fuesen peores», alejándose de la experiencia de conducción que la electrificación puede ofrecer.
Un eléctrico puede ser igual de adictivo que un coche de combustión, o eso piensa Porsche
Este enfoque refleja la filosofía de Porsche de abrazar las ventajas de la tecnología eléctrica sin intentar emular el pasado. El Taycan, por ejemplo, ofrece una de las conducciones con mayores sensaciones al volante de un coche eléctrico, cualidades que no necesitan de sonidos artificiales o gadgets para realzar la experiencia al volante. Porsche apuesta por una conducción que se sienta auténtica y diferente, aprovechando al máximo las capacidades de la propulsión eléctrica.
Al evitar elementos que imiten características de los motores de combustión, como sí han considerado necesario marcas como Hyundai con su IONIQ 5 N, la marca se asegura de que sus coches eléctricos ofrezcan una experiencia que sea, en todos los sentidos, moderna y sobre todo coherente con su identidad. La conducción de un Porsche eléctrico debe ser, según la marca, una evolución, no una simple adaptación de lo que ya existía.