Respirar aire puro sin aglomeraciones se ha convertido prácticamente en una necesidad básica en estos tiempos que vivimos. Cualquier momento es perfecto para darse una escapada en coche, pero algunos tenemos que esperar a tener días libres para lanzarnos a la aventura. Naturaleza, paisaje, gastronomía y experiencias al aire libre son las actividades que más nos recargan las pilas!
Hoy te proponemos 5 escapadas en coche para viajar solo, en pareja, con tu familia o amigos.
1. ¡Aventura al límite!
Regalar experiencias de turismo activo se ha convertido en una oportunidad para pasar tiempo con tu familia o amigos. En Aragón lo saben muy bien y por eso “Supervivencia en Familia” ya se convirtió hace años en la mejor experiencia turística de Aragón.
En la Sierra de Loarre, en Huesca, además de un famoso castillo de película, el de Loarre, encontrarás desde cursos de esquí de iniciación o avanzados, hasta aventuras de supervivencia en la montaña. Y si buscas más diversión, la tirolina de Fuentespalda, en Teruel, la más larga de Europa, con 2 km de longitud te hará volar hasta los 100 km/h, y además está adaptada para todo tipo de personas, incluso con movilidad reducida.
Tanto si vas a Huesca como a Teruel, el viaje desde Madrid no es muy largo, apenas 5 horas en poco más de 400 km. Para llegar a la Sierra de Loarre tienes varias opciones:
- Opción rápida: coger la autovía A-2 hasta Huesca
- Opción lenta: evitar autovías y rodar por la carretera autonómica de Castilla y León CL-101. Un recorrido más largo, pero con algunos puntos de interés, como la Mina Petra, una mina a cielo abierto escondida en la Sierra del Madero; o el puente medieval Ebro de Tudela, que salva el cauce del segundo río más largo de España: el Ebro.
Y para llegar a la tirolina de Fuentespalda, te llevará aproximadamente las mismas horas (2 horas menos desde Barcelona o Valencia). Además, podrás completar la parte del final de la etapa a la antigua usanza, por una carretera nacional, la N-232, que discurre siguiendo muy de cerca el curso del río Ebro.
2. Un rincón infinito
Galicia no destaca por su buen clima en los meses invernales, pero los amantes del mar y de la fuerza de la naturaleza encuentran en A Costa da Morte el lugar perfecto para visualizar el potencial de estos paisajes.
Finisterre, además de un faro, tiene una espectacular panorámica del Océano Atlántico. El aire salado que se respira, las olas enfurecidas que dibujan las rocas, y el sonido de los arneiróns (pequeños crustáceos) incrustados en las rocas, chispeando burbujas mientras se bañan en la espuma del mar, son grandes aliados para disfrutar de unos días emocionantes en plena naturaleza.
Galicia destaca por su buena gastronomía, en especial el marisco fresco que puedes encontrar en cualquier mercado de Abastos. Hay muchos restaurantes, sobre todo por la Costa, donde también lo podrás degustar. Tampoco faltará un plato de carne gallega o un cocido, el plato invernal por excelencia.
Una escapada en coche conduciendo por Galicia es una aventura de curvas para los amantes de las carreteras rurales. Incluso para aquellos que quieren llegar a buen puerto con su coche y observar cómo las olas baten en el pantalán.
Si viajas desde el centro de la península, el viaje dura alrededor de 6 horas por autopista. El tramo más largo empieza en Galicia, donde las montañas comienzan a dibujar un paisaje serpenteante e imponente.
Puedes hacer el tramo prácticamente sin salir de la autopista, en dirección hacia A Coruña, a la altura de Benavente. Pero si te apetece explorar el paisaje montañoso, te recomiendo que salgas por la N-VI a la altura de Pedrafita do Cebreiro, donde encontrarás unas construcciones muy peculiares con techo de paja, las pallozas, que forman parte del abundante patrimonio etnográfico de Galicia. Si puedes visitar alguna, convertida en museo hoy en día, te aseguro que la sensación que tendrás al entrar es inexplicable. Tienes que vivirlo!
3. Un paisaje blanco
Si eres de los que disfruta poniendo cadenas de nieve a las ruedas, ¿qué te parece una escapada en coche al sur? Si hay algo que destaca en Granada no es solo su clima caluroso de primavera a otoño y la Alhambra (Patrimonio de la Humanindad desde 1984), sino la posibilidad de disfrutar de un paisaje congelado en su sierra.
Sierra Nevada es la estación de esquí más meridional del continente europeo y, vayas o no a esquiar, tienes muchas más opciones para disfrutar de la montaña. Si en tu escapada en coche buscas conducir por carreteras de montaña, mientras contemplas un paisaje de vértigo, esta es una buena opción.
Además, si quieres añadir un extra de emoción a tu ruta, te recomendamos la subida desde Monachil por la carretera de El Purche, un puerto de montaña situado a 1495 metros de altitud desde el que se puede observar toda la Vega de Granada. Esta carretera es bastante conocida para los nuevos modelos que salen al mercado. De hecho, muchas marcas de coches la utilizan para grabar sus anuncios.
Para llegar allí, la ruta más rápida te llevará menos de 5 horas por autovía hasta Granada. Más adelante, desde los túneles del Serrallo, podrás disfrutar de una carretera autonómica que da acceso a la estación de esquí de Pradollano.
La última nevada fue el 6 de enero y actualmente tiene abiertas 62 de un total de 135 pistas. Una vez llegues arriba, tienes un montón de cosas para hacer que no son solo esquiar. De hecho, el trineo ruso, los donuts o la alfombra mágica son solo algunas de las opciones más divertidas para pasar un gran día.
4. Carreteras de montaña con buenas curvas
Además del trayecto que sube a Sierra Nevada, seguro que conoces más de una carretera típica de montaña. Si hay algo que destaca en la montaña es que en la cima siempre encuentras unas vistas espectaculares.
Asturias sabe mucho de carreteras de montaña, de valles de ríos encajonados y de grandes y verdes masas forestales. Si estás buscando una escapada en coche rodeada de naturaleza, con buenas vistas y sinuosas carreteras, el inicio de tu trayecto partirá desde Oseja de Sajambre para recorrer el Desfiladero de los Beyos hasta Rañes.
A través del cauce del Río Sella, y sin tener que abandonar el coche para contemplar la fuerza del agua, podrás ver la Cascada de Aguasalió (Aguasalíu en Asturiano). Se trata de una formación de varios saltos de agua, que llegan hasta los 60 metros de caída.
Además, un centro Multiaventura, el de Vidosa, con tirolinas, puentes colgantes y vías ferratas por las que caminar por las paredes, completará un plan divertido para disfrutar en buena compañía dentro del Parque Natural de Ponga, uno de los tesoros mejor guardados de la Cordillera Cantábrico.
Si tienes más días, dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, puedes acercarte a los Lagos de Covadonga. Conocidos como Ercina y Enol son los dos lagos de origen glaciar que se mantienen llenos de agua durante todo el año. Están situados a 1000 metros de altitud sobre el nivel del mar, por lo que para alcanzarlos, deberás coger una carretera estrecha que parte desde Cangas de Onís, a 20 km del Desfiladero de los Beyos.
No encontrarás muchas personas, pero sí vacas y cabras durante todo el recorrido, lo que lo convierte en una ruta muy rural. Eso sí, recuerda comprobar cómo está el tiempo antes de ir, porque si no hace sol, la niebla podría estropear tu recorrido.
Para llegar a Asturias desde el centro peninsular tardarás poco más de 5 horas. Eso sí, esta será sin duda la escapada en coche más parecida a los viajes de hace 20 años, pues prácticamente la mitad del recorrido discurre por carreteras autonómicas y nacionales.
5. El mejor sitio para ir en familia (o con perro y en 4×4)
Si la excusa para no hacer una escapada en coche tiene que ver con una mascota, ya no tienes excusa. Hoy en día son muchos los itinerarios y lugares a los que puedes acceder con tu amigo perruno sin preocupaciones. Los Espacios Naturales son perfectos para que tu perro disfrute y se desfogue entre carreras y saltos, por lo que seguro que estará tremendamente emocionado acompañándote en esta aventura.
Sierra de Gata es una de esas joyas de la Península Ibérica de la que pocos tenemos constancia, pero su pureza la convierte en un lugar muy especial. Situada en Cáceres, muy cerca del límite con Portugal, esta Sierra aislada del mundanal ruido ha permanecido intacta prácticamente hasta nuestros días. Por ello, su naturaleza virgen y su arquitectura tradicional se han convertido en sinónimo de autenticidad, conservando todavía esa esencia de vida rural.
Tanto a nivel de Espacios Naturales Protegidos, como de Bienes de Interés Cultural, sus pueblos, aldeas y bosques ofrecen muchas rutas aptas para un paseo en 4×4, con o sin perro. De hecho, algunas empresas turísticas de esta zona ofrecen rutas increíbles para conocer lugares remotos y desconocidos que solo los lugareños saben encontrar.
Además, no es un lugar con un clima extremo, sus inviernos son suaves, con unas pocas nevadas en los puntos más altos. Es más, el sol suele brillar en este paisaje bucólico donde la piedra se funde con el agua entre bosques, montañas y mucha, mucha, paz.
Llegar a esta Sierra cacereña no te llevará más de 3 horas desde Madrid, lo que la convierte en la escapada en coche más rápida de las que recogemos en este post, si viajas desde la capital, claro.
Prácticamente todo el recorrido se puede hacer por autovía, pero podrás recorrer los últimos 21 km por una carretera comarcal que discurre prácticamente paralela al curso del arroyo Fresnedoso, un largo cauce de agua de poco caudal, pero rico en minerales metálicos.