¿Sabes cuántos semiconductores se necesitan para fabricar, actualmente, un coche? Entre 4.000 y 5.000. Con esta cifra sobre la mesa no resulta extraño que la Unión Europea se haya puesto manos a la obra para evitar enfrentarse (de nuevo) a una interrupción en la cadena de suministro como la que estamos viviendo. El objetivo es reducir su dependencia de países como Taiwán y Corea del Sur elaborando leyes y financiado la creación de sus propias industrias de semiconductores: sin embargo, España no encuentra fabricantes.
El objetivo de la UE es producir una quinta parte de los microchips del mundo en 2030: en 2020 sólo alcanzaba el 10% frente al amplio dominio de la industria asiática que representa el 80%. El primer paso para ello es la creación de ‘Chips Act’, es decir, la ley europea de semiconductores que aspira a invertir hasta 43.000 millones de euros (públicos y privados).
La feroz competencia… europea
En línea con lo previsto en esta Ley de Chips, España dio luz verde al PERTE de microelectrónica y semiconductores para convertirnos en un país de referencia en diseño y fabricación de semiconductores. ¿Cómo? Movilizando, hasta 2027, una inversión pública de 12.250 millones de euros financiada con los fondos europeos del Plan de Recuperación.
El plan de crear una industria nacional de semiconductores desde cero se ha topado con un problema importante: son pocos los fabricantes que quieren asumir el desafío. Tal y como apunta Automotive News Europe, a la hora de conquistar a las principales compañías, España se ha encontrado con la dura competencia de otros países de la UE.
Nuestro país ha intentado atraer a Taiwán Semiconductor Manufacturing (TSMC), la principal empresa de semiconductores del mundo, pero todo apunta a que se decantará por Alemania. ¿La razón? Allí ya cuentan con un ecosistema centrado en esta industria e integrado por proveedores y talento. Las negociaciones para crear una fábrica arrancaron hace más de un año, pero es poco probable que se tome una decisión a corto plazo.
El pasado mes de marzo, Intel anunció que invertiría 17.000 millones de euros para construir un centro de producción en Magdeburg (Alemania). Global Foundries y STMicroelectronics, por su parte, han elegido Francia para arrancar un proyecto de 5.700 millones con el que fabricarán semiconductores eficientes. Hace años, Samsung Electronics planteó su expansión europea, pero aún no se ha materializado.
La industria de los semiconductores en España
Crear una industria de semiconductores en nuestro país sería clave puesto que el sector automovilístico es el segundo más grande de Europa y representa alrededor del 10% del Producto Interior Bruto (PIB).
La producción de un chip se divide en tres fases: diseño, fabricación y ensamblado. Tal y como explica Alfonso Gabarrón, portavoz de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (AESEMI), en Newtral, nuestro país sólo es solvente en el primer paso. Las 120 empresas que, dentro de las fronteras nacionales, están relacionadas con estas piezas se centran en la innovación, el diseño, la simulación y las pruebas. ¿La razón? Hacerlos es caro y exige sofisticadas plantas tecnológicas: por eso los hacen fuera. Algo que pretenden cambiar… si encuentran con quién.