Estados Unidos (o más bien el gobierno de Joe Biden), en año de elecciones, ha elevado los aranceles a un número de productos procedentes de China – en lugar de establecer una tarifa fija para todo lo que venga del emergente gigante asiático, como hizo el anterior gobierno de Donald Trump, varía si hablamos de productos médicos, acero, aluminio, microchips o coches eléctricos. En el caso de estos, desde 2024 a 2026 los aranceles llegan hasta a cuadruplicarse, cuando la tarifa con Trump era de un 60% para todos los casos.
Se cuadruplican los aranceles a EV chinos
La respuesta de China no se ha hecho esperar (a falta de todos los detalles que se darán en unos días) asegurando que habrá represalias por esta subida de los aranceles que, por otro lado, también puede afectar al consumidor que ya de por sí está afectado por la subida de la inflación. Ahora bien, siendo año electoral tiene sentido teniendo en cuenta la recepción que tendría esta noticia para los votantes estadounidenses (Automotive News Europe).
El caso de los coches eléctricos es el más destacado al cuadruplicarse los aranceles existentes hasta el momento, lo cual puede complicar los planes de expansión que tenían algunas marcas chinas para el país de las oportunidades (si bien muchas se están centrando en el desembarco en Europa, donde las políticas dan un mejor recibimiento a los vehículos con motores eléctricos o híbridos enchufables. Otros tipos de productos ven triplicados sus aranceles mientras que a otros se les imponen por primera vez.
Biden endurece la situación para los coches eléctricos chinos (así como otros productos, entre ellos baterías de ion litio destinado a otros fines) pese a que esto juega en contra de sus propios objetivos medioambientales. También juega en contra de sus objetivos de crear más empleo. En cualquier caso, Biden logra alejarse más que Trump del libre comercio que se estableció tiempo atrás.
Durante 2023, Estados Unidos importó más de 400 billones de euros en bienes procedentes de China, más del doble de lo que se exportó hacia la economía del este. Con esta medida, el gobierno de Biden pretende, en primer lugar, convencer a los votantes de una mejor economía para este 2024 tan crucial ante lo que parece ser un nuevo cara a cara político con Trump. También se han justificado estos aranceles con la idea de que China se estaba adueñando de propiedad intelectual estadounidense, según la representante de comercio Katherine Tai (Reuters).
En realidad, se espera poco impacto de los aranceles a EV chinos
Lo curioso de todo esto es que, si bien el aumento del arancel para coches eléctricos procedentes de China es llamativo, en la práctica no debería tener tanto impacto teniendo en cuenta la baja cuota de mercado que tienen estos modelos chinos en el mercado estadounidense, donde los motores de combustión siguen teniendo mucha más presencia – lo mismo ocurre con los vehículos comerciales procedentes de China. Sí que tiene más impacto el aumento en el arancel de otros productos, sobre todo para los consumidores norteamericanos.