Cuando así lo requiera la situación, los medios deberíamos ser muy críticos con algunas de las estrategias de vigilancia de la Dirección General de Tráfico. Pero resulta realmente complicado discutir cualquier estrategia que vaya destinada a acabar con uno de los problemas más importantes para la seguridad vial en estos tiempos que corren, el uso del teléfono móvil. La DGT lleva tiempo advirtiendo del peligro de usar el teléfono móvil mientras conducimos. Y a pesar de las mejoras tecnológicas a las que hemos asistido, muchos conductores siguen utilizando el teléfono móvil mientras conducen, sin aprovechar sistemas que, como el manos libres, la conectividad, o el dictado y lectura de mensajes, permiten hacer un uso responsable y seguro del móvil. Recordemos que la multa por utilizar el teléfono móvil conduciendo es de 200 euros y conlleva la retirada de 3 puntos.
La DGT persiguiendo el uso del móvil
No solo seguimos utilizando el móvil mientras conducimos, sino que Tráfico ha alertado de un repunte del uso del móvil, por el tiempo cada vez mayor que dedicamos a aplicaciones como Whatsapp y las redes sociales.
De ahí que buena parte de las estrategias de la DGT estén centrándose, primero, en la concienciación y, segundo, en perseguir a los conductores que utilizan el teléfono móvil, incurriendo en una de las causas más habituales de accidente de tráfico, en las distracciones. Ahora bien, ¿cómo vigila Tráfico a los conductores que utilizan el teléfono móvil?
Pegasus y cámaras fijas para vigilar el uso del móvil
Hasta hace relativamente poco, la situación más habitual en la que podíamos ser cazados utilizando el teléfono móvil era la de cruzarnos en la carretera con una patrulla de la Guardia Civil, ya fuera o no a bordo de un coche camuflado. Con el tiempo, Pegasus supuso un gran paso adelante en el control de este tipo de infracciones, aunque solo fuera por el temor de ser sancionados por una patrulla «invisible», o al menos difícil de identificar desde la carretera.
Otro gran paso adelante de la DGT fue la introducción de sistemas automatizados, y fijos, cámaras que vigilan el uso del móvil, o si viajamos sin cinturón de seguridad. Mediante un sistema de procesamiento de imágenes, basados en algoritmos que identifican al pasajero que no usa el cinturón, o al conductor que usa el teléfono móvil, y un proceso de revisión manual, Tráfico es capaz de sancionar a los conductores que pasan bajo estas cámaras fijas.
Pero esto solo era el principio.
Drones y furgonetas blancas
Este mismo verano han comenzado a sancionar los drones de la DGT, una tecnología que ya estaba probándose desde hace más de un año, y empleándose en la vigilancia del tráfico. A partir de ahora los drones de la DGT sí que sancionan y aunque no son capaces de identificar infracciones como los excesos de velocidad, sí pueden cazar a conductores que utilizan el teléfono móvil y cometen otro tipo de infracciones, como adelantamientos indebidos. De alguna forma, por su autonomía, y por el número de drones que están sancionando, que es muy reducido, parece más una medida disuasoria, destinada a generar temor en el conductor y por ese temor evitar que use su teléfono móvil, que efectiva para sancionar a los conductores.
Otra de las estrategias más imaginativas que hemos conocido recientemente, aunque también muy limitada, por los pocos efectivos que la están llevando a cabo, está siendo la de emplear furgonetas blancas de Tráfico. La Guardia Civil ha comenzado a vigilar las carreteras desde furgonetas blancas que, a pesar de mantener la matrícula PGC, del parque de la Guardia Civil, pasan más desapercibidas entre el tráfico que las patrullas con la decoración del cuerpo de la Guardia Civil.
Las furgonetas blancas, de momento, solo se están empleando en algunas carreteras de Galicia. Pero no deberíamos descartar que esta estrategia se acabe incorporando al resto del territorio nacional.
6 puntos del carné por usar el teléfono móvil
Tráfico también está preparando un proyecto para endurecer las sanciones por utilizar el teléfono móvil. De momento es solo eso, un proyecto, y la sanción por utilizar el teléfono móvil conduciendo sigue siendo de 200 euros y tres puntos del carné.
Ahora bien, el objetivo de Tráfico es endurecer cuanto antes estas sanciones, de nuevo infundiendo temor en los conductores y asegurándose de que estos sean conscientes de que utilizar el móvil mientras conducen, además de poner en peligro su vida y la de otros usuarios de la vía, puede tener una sanción realmente cuantiosa. Tráfico quiere que hablar por el móvil conduciendo cueste 6 puntos del carné, lo mismo que ser cazado en una autovía a 190 km/h, o conducir bajo los efectos del alcohol u otras drogas.
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