Las nuevas etiquetas para combustibles ya están aquí y desde el 12 de Octubre de 2018 son obligatorias tanto para estaciones de servicio, como para vehículos de nueva fabricación. El nuevo etiquetado pretende poner orden en la convivencia de los múltiples combustibles que puedes hoy repostar en cualquier gasolinera, dejando atrás esa sencilla duda entre escoger gasolina o diésel. A partir de ahora tendremos que habituarnos a las nuevas etiquetas de combustibles, algo que también afectará a los coches en circulación sean de la edad que sean, por eso es más que recomendable que sepas cómo afectan las nuevas etiquetas de combustibles a tu coche entrado en años.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que las nuevas etiquetas de combustibles nacen con dos premisas. Por un lado incentivar el uso de combustibles alternativos, y por otro facilitar la identificación de los combustibles disponibles hoy en día en el mercado, tanto en coches de nueva fabricación, como en estaciones de servicio. Las etiquetas se agruparán empleando una forma geométrica: círculo con leyenda para gasolina (gasolina/etanol E5, E10 y E85), cuadrado con leyenda para gasóleo (diésel/biodiésel B7, B30 y XTL) y rombo con leyenda para combustibles alternativos (gas licuado de petróleo GLP, gas natural comprimido GNC, hidrógeno H2 y gas natural licuado GNL).
Gasolina 95 y 98 ¿desaparece?
Existe la gran duda en torno a qué sucederá con la gasolina 95 y 98, en concreto con respecto a esas mismas denominaciones. Estos combustibles seguirán estando disponibles en las gasolineras y seguirán siendo identificados de igual modo. La llegada de las nuevas etiquetas se implantará a forma de complemento a nivel informativo, especificando en el caso de la gasolina el porcentaje de etanol que lleva el combustible. Aún así, uno de los objetivos del etiquetado sí que es implantar un nuevo sistema que releve la denominación clásica de «gasolina de 95 octanos» y «gasolina de 98 octanos», todo ello buscando dar más peso a los combustibles «verdes» a través de mayores concentraciones de etanol y bioetanol, así como a los sistemas bifuel basados en GLP o GNC.
Los motores más prestacionales que recomiendan el uso de gasolina de 98 octanos podrán seguir repostando sin ningún problema pues se mantendrá la misma identificación, sólo tendrán que cerciorarse de la compatibilidad con el etanol y en qué grado.
Compatibilidad con biodiésel y etanol
Aunque la llegada de las nuevas etiquetas para combustibles no cambia el tipo de combustibles que se comercializan, sí que vuelve a ser una buena oportunidad para entender que en estos momentos nuestros coches ya consumen etanol y biodiésel. Desde hace años tanto diésel como gasolina se comercializan con porcentajes reducidos de etanol (E5 y E10) y diésel (B7 y B30), estando la mayoría de nuestros motores preparados para el uso de estos combustibles sin que ello suponga ningún problema.
Aún así es importante señalar que dado el énfasis que se pretende poner en el consumo de combustibles alternativos, es importante que sepamos qué estamos repostando y si nuestro motor es compatible. Volvemos a señalar que desde hace años los motores han sido adaptados para el uso de etanol o biodiésel según corresponda, pero también es cierto que no todos los fabricantes aplican esta estrategia por igual. Por ello es conveniente revisar la homologación de nuestro coche y su compatibilidad con el uso de etanol o biodiésel, pues no todos los motores están preparados para trabajar con ellos o funcionar con concentraciones de etanol o biodiésel elevadas.