Tal como si fuera una telenovela (no es turca en este caso), siguen sucediéndose los acontecimientos referentes a la imposición de aranceles por parte de Bruselas a China con respecto a los coches eléctricos. La Unión Europea podría votar no para noviembre, sino para este mismo 25 de septiembre, una votación que sería definitiva para establecer esos aranceles con los diferentes porcentajes ya conocidos en función del fabricante chino y de la información facilitada en la anterior investigación de la Comisión Europea.
China se queda sin tiempo para negociar los aranceles a sus coches eléctricos
Además del 10% ‘general’ de exportadores de coches, SAIC Motor, Geely y BYD recibirían aranceles del 36,3%, 19,3% y 17% de manera respectiva, aunque podrían recibir alguna reducción según Bloomberg (Automotive News Europe). Tesla sería la menos castigada con menos de un 8%, mientras que en casos como los modelos de Cupra, BMW o MINI importados de China están aún por ver (o si reubicarán la producción de dichos modelos a fábricas europeas).
Así pues (y aunque esta fecha podría cambiar), es un mazazo para China, quienes consideran que la Unión Europea está ignorando los esfuerzos de marcas chinas para encontrar soluciones, como ofertas de precios mínimos de importación (Reuters). China, a su vez, ha lanzado una investigación de varios productos europeos que se exportan hacia China, entre ellos la carne porcina procedente de España, así como productos lácteos.
Para Alemania y España, todo este asunto es de especial importancia. En el caso de Alemania, tanto BMW como el Grupo Volkswagen se verían afectadas por una guerra comercial con aranceles que afectasen a coches a partir de una cierta cilindrada. Entre ambos, en 2022 vendieron unos 4,6 millones de coches en suelo chino, afectando a su vez a Eslovaquia dado que es donde tiene una de sus plantas donde salen los Passat y Touareg, así como los Porsche Cayenne, Skoda Superb o Audi Q7 y Q8. También Stellantis y KIA, entre otras, fabrican en Eslovaquia.
España sería otra principal afectada por todo este asunto, además de la cuestión de la carne de porcino. Y es que, siendo uno de los grandes fabricantes de coches en Europa, trata de atraer capital chino para invertir, como ya ocurre con Chery a través de Omoda y Jaecoo en Barcelona. Esto explica las declaraciones recientes del presidente Pedro Sánchez en su visita a China, siendo España uno de los países que apoyó los aranceles al contrario que Alemania.