El ministro de Industria del gobierno italiano Adolfo Urso considera que Europa debería seguir el ejemplo de Estados Unidos e imponer aranceles más duros a los productos chinos, entre los que por supuesto entrarían los coches eléctricos chinos que se asoman en el horizonte. Una medida que contrasta con la opinión de voces destacadas de algunas marcas europeas, considerando que lo que se debe hacer es revisar el modelo para encontrar maneras de ahorro de coste para ser competitivos ante la nueva amenaza oriental (Automotive News Europe).
Aranceles a coches provenientes de China, ¿la mejor solución?
En este mes de mayo se confirmó que no sólo mantendrá el gobierno de Joe Biden algunos de los aranceles que estableció el anterior gobierno de Donald Trump, sino que en vez de ser igual para todos los productos algunos aumentarán más que otros. El caso de los coches eléctricos chinos es llamativo ya que en este caso llega a cuadruplicarse hasta el 100%.
Estos nuevos aranceles entrarían en vigor a partir del mes de agosto, si bien hay que recordar, primero, que es año electoral en Estados Unidos y, segundo, que los EV provenientes de China son una gran minoría en las carreteras estadounidenses. De igual modo, estamos en la antesala de las elecciones al Parlamento Europeo, lo cual explica también el momento de las declaraciones del ministro de Industria italiano.
Urso considera que Europa debe hacer lo mismo (algo que se está revisando y, de decidirse, entraría en vigor como muy tarde en el mes de noviembre) para evitar que el desembarco de marcas chinas como BYD, MG, Chery y demás se convierta en una avalancha que de lugar a una guerra de precios como la que hay precisamente con los eléctricos en China.
Eso sí, estos productos afectarían a los coches procedentes de China, no los de marcas chinas que se produzcan en Europa. Los casos citados precisamente tienen la intención de asentarse en el Viejo Continente – Chery (grupo al que pertenecen Omoda y Jaecoo) ya está en la fábrica ex-Nissan de la Zona Franca de Barcelona, si bien utilizaría, de momento, kits CKD y DKD de ensamblaje con piezas procedentes de China.
Volkswagen y Stellantis no creen que los aranceles sean la única solución
Ahora bien, no queda muy claro que las marcas estén del todo de acuerdo. De entrada, Stellantis cree que la mejor manera de defenderse de la ofensiva china es participando en ella, de modo que en septiembre veremos en sus puntos de venta los Leapmotor, empezando por el económico T03 y el SUV C10. Posteriormente, Leapmotor traerá más modelos al mercado, si bien el posicionamiento del T03 como un urbano eléctrico sencillo que se ubique en torno a los 20.000 euros (al nivel del futuro Renault Twingo eléctrico o versiones de acceso del ë-C3 aún por llegar) es uno digno de vigilar.
Desde Volkswagen, su director financiero ya advirtió de la necesidad de recortar costes en la fabricación de modelos para poder ser competitivos frente a la incipiente llegada de marcas chinas. Una respuesta a ello también llega de Stellantis en la forma de la fabricación del nuevo C3 y ë-C3: basado en una plataforma pensada originalmente para un modelo low-cost y con una batería que busca reducir su precio de fabricación. Además, pronto llegará una variante más barata con menor autonomía así como variantes microhibridadas que se sumarían a la oferta.