ESPACIOS
ELÉCTRICOS
PUBLICIDAD
Cerrar CERRAR
Eléctricos

5 MIN

Europa tendrá que "renunciar a producir más de 2,5 millones de vehículos", Luca De Meo, CEO de Renault

Cada vez hay menos sitio para el optimismo en la industria del automóvil europea. Hace tan solo una semana era Volkswagen la que rompía el tabú y hablaba del posible cierre de fábricas en Alemania.

Renunciar a producir 2,5 millones de vehículos

Hoy es el CEO de Renault, Luca de Meo, el que advierte de una situación dramática que podría darse tan pronto como el próximo año.

«Si los vehículos eléctricos se mantienen en el nivel actual, la industria europea podría tener que pagar 15.000 millones de euros en multas o renunciar a la producción de más de 2,5 millones de vehículo» (Automotive News). Todo un drama, cuyas consecuencias serían tremendamente graves, ya no solo para la industria del automóvil europea, y para los conductores, sino también para economías como la española, que precisamente habían encontrado hasta ahora una fortaleza industrial en el sector del automóvil.

Un trabajador ensamblando componentes en la línea de producción de Renault.

El drama de la industria europea podría darse en 2025, y no esperar a 2035

Mientras el objetivo parece estar puesto en un espacio temporal de una década, con el fin de la combustión interna previsto para 2035, a partir del cual solo se permitirá la venta en la Unión Europea de turismos eléctricos, De Meo, ya no solo como CEO de Renault, sino también como presidente de la European Automobile Manufacturers Association (ACEA), patronal europea del sector, advierte de la grave situación que podría darse el próximo año.

Europa ha comprometido a su industria, a las marcas que operan en territorio comunitario, a proceder a una reducción progresiva de sus emisiones de flota, que no es otra cosa que la media de emisiones de sus vehículos vendidos. Para alcanzar los objetivos propuestos, los fabricantes han de alcanzar una cuota de eléctricos que parece estar fuera de las previsiones actuales, con unas ventas de eléctricos que no crecen al ritmo previsto y, por ende, un mercado más pequeño del esperado, y una competencia cada vez mayor con la llegada de nuevas marcas, como los fabricantes chinos, que hacen que el pastel deba repartirse entre un mayor número de marcas.

El incumplimiento de los objetivos implica, necesariamente, el pago de sanciones, aplicando una sencilla fórmula que calcula una sanción proporcional al exceso de emisiones de flota sobre el dato comprometido, multiplicado por el número de vehículos vendidos en la Unión Europea, y 95 euros por gramo de exceso y coche vendido. O recurrir a otra solución también muy costosa, adquirir derechos de emisión de los fabricantes que han alcanzado los objetivos o que sencillamente solo comercializan vehículos eléctricos, como Tesla.

Vista aérea de un SUV coupé híbrido, enfatiza silueta deportiva y diseño trasero.

¿Quién ocupara esa demanda de 2,5 millones de vehículos?

De Meo, apunta que la transición al eléctrico avanza «a la mitad de la que necesitaríamos para alcanzar los objetivos que nos permitirían no pagar multas» y cuantifica en 15.000 millones de euros las multas que tendría que pagar la industria europea el próximo año. Y eso tendría una consecuencia directa. La industria europea se vería obligada a renunciar a la producción y venta de, según De Meo, hasta 2,5 millones de vehículos, que alejarían a sus marcas a alcanzar el objetivo de reducción de emisiones.

Aunque De Meo no apunte explícitamente a este punto, cualquier análisis que hagamos ya debería apuntar a un efecto aún más pernicioso y problemático para la Unión Europea de esta situación. El abandono de vehículos de combustión interna que alejen a las marcas del objetivo de reducción de emisiones de CO2 no solo alejará a muchos conductores de la posibilidad de adquirir un coche, con motor de combustión interna, y precio razonable.

Sino que también podría hacer que ese hueco lo ocupen fabricantes chinos que sean capaces de mantener una cuota razonable de coches eléctricos de precio competitivo, incluyendo los aranceles previstos por la Unión Europea, y cubrir el resto de su gama con vehículos con motor de combustión interna, ocupando un espacio del mercado que los fabricantes europeos se habrían visto obligados a renunciar.

Renault 5

Evidentemente, la de Luca de Meo, como CEO de Renault, y como representante de la patronal europea del automóvil, es una opinión interesada. Y una opinión interesada que busca un trato favorable para los fabricantes europeos, que pasan por «algo de flexibilidad» que, de otra forma, podría hacer que «establecer fechas límites y multas sin hacer esta medida algo más flexible sea muy peligroso». En otras palabras, unos objetivos de reducción de emisiones y en unos plazos que, con la revisión de los objetivos de cuota de eléctricos, sean más razonables.

Pero es inevitable pensar que detrás de las palabras de De Meo y de otros representantes de la industria del automóvil exista una certeza, que el incumplimiento de los objetivos y las sanciones propuestas por la Unión Europea puedan desencadenar un efecto aún más grave y dramático para la industria europea. Y que ese efecto se traduzca en múltiples cierres de fábrica – y de nuevo, mucho ojo, a la repercusión económica que eso tendría en países productores tan potentes como España – y por lo tanto en despidos por miles y decenas de miles.

Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!

David Villarreal

En 2007 comenzaba su andadura en los medios en internet y en el mundo del motor. Dos años después David se unía a uno de los proyectos incipientes de la prensa del motor, el de Diariomotor. Seguir leyendo...

Firma de David Villarreal
Cargando...