Las ventas de los diésel siguen hundiéndose, y con el panorama actual no parece que la situación vaya a revertirse. La caída de los diésel ha llegado hasta un punto en que su cuota de mercado ha caído, por primera vez desde el año 2009, hasta registros inferiores a los de los turismos de gasolina. En la primera mitad de este año la cuota de los diésel ha caído hasta el 46,3%. Mientras tanto, la cuota de los coches de gasolina aumentó hasta el 48,5%, según las cifras de ACEA. ¿Pero qué consecuencias puede tener este cambio en las tendencias de los compradores?
Son varias las razones que han llevado al hundimiento de las ventas de los diésel. La reputación de los diésel se hundía mientras se destapaban los diferentes escándalos de manipulación de emisiones que, primero afectaron al Grupo Volkswagen, y poco después nos llevaron a pensar que estábamos ante una práctica generalizada de los fabricantes europeos. En los últimos años, las situaciones de alta contaminación que hemos sufrido en muchas ciudades europeas, y la amenaza de restricciones al tráfico que probablemente afectarían en mayor medida a los diésel, también llevó a los compradores a pensar el idoneidad de adquirir un diésel, o hacer lo propio con un coche de gasolina.
Desde hace tiempo hemos venido promoviendo que el comprador que está valorando la adquisición de un coche nuevo analice con detenimiento los pros y los contras de un diésel y un gasolina. Por lo tanto, nos parece positivo que los compradores se lo piensen mejor antes de adquirir un diésel y solo se decanten por esta opción cuando resulte rentable en términos económicos, es decir, cuando vayan a adquirir un automóvil para recorrer decenas de miles de kilómetros al año.
El gran problema, y la preocupación de la industria, lo encontramos en los compromisos adquiridos para abogar por una reducción de los gases de efecto invernadero. Por su inherente menor consumo, los diésel homologan cifras de CO2 más contenidas que sus alternativas de gasolina. La evolución del mercado y el aumento de las ventas de turismos de gasolina, frente a la caída de los diésel, puede propiciar que las emisiones de CO2 medias del mercado se incrementen, y que por lo tanto no se alcancen los compromisos adquiridos.
Razón de más para apoyar alternativas como híbridos y eléctricos, o los combustibles alternativos.
