Dar una segunda vida a un modelo clásico convirtiéndolo en un eléctrico tiene tantos partidarios como detractores: los primeros ven una oportunidad para mantenerlos activos en un futuro cargado de restricciones, mientras los segundos temen una pérdida de carácter. Everrati está en el primer grupo: conociendo su trabajo, tarde o temprano, sus focos terminarían centrándose en un par de modelos como el Range Rover y el Land Rover Defender.
Everrati es una empresa, con sede en el Reino Unido, especializada en la conversión de vehículos a eléctricos. Sus trabajos son una mezcla de restauraciones y actualizaciones: no sólo mecánicas o de puesta a punto, también tecnologías y de seguridad a bordo. Han desarrollado su propio esquema eléctrico y lo adaptan a cada modelo para que los motores y las baterías se puedan integrar perfectamente en el chasis original. El objetivo es mantener el carácter de los modelos originales y dar, también, al propietario la oportunidad de añadir cualquier extra o acabado.
El trabajo de Everrati
Land Rover Range Rover
La compañía comenzó a trabajar con modelos como el Porsche 911 o el Ford GT40 construido en colaboración con Superformance LLC. A principios de este año, Everrati mostró la transformación que había llevado a cabo con un Land Rover Serie II (predecesor de Defender y Range Rover): la ubicación del propulsor fue ocupada por tres paquetes de baterías, con una capacidad total de 60 kWh, para mantener la distribución de pesos. El nuevo motor eléctrico desarrollaba 165 CV y más de 400 Nm de par motor.
Ahora ha llegado el turno de las conversiones eléctricas del Range Rover y del Land Rover Defender. De hecho, en Reino Unido, está desarrollando toda una industria para este tipo de operaciones.
Una segunda (y cara) vida
Hablar del último es hacerlo de un todoterreno que llegó al mundo del motor a finales de los años cuarenta y adquirió el apellido Defender a principios de los ochenta. Es un 4×4 puro: su diseño y sus aptitudes están enfocadas a la conducción off-road, más aún en esta primera generación que concibió un vehículo para el campo.
El Range Rover creó, en los años setenta, la idea de que un todoterreno era igual de cómodo en la ciudad que fuera de ella y, sobre todo, fuera del asfalto. Fue el primer modelo de un linaje que ahora va por su quinta generación: los primeros modelos sólo tenían dos puertas y un interior minimalista, muy alejado del lujo de la versión moderna.
En manos de Everrati, tanto el Land Rover Defender como el Range Rover reciben retoques estéticos exteriores e interiores, pero todo en consonancia con su estética original. No han dado a conocer las características técnicas, pero sí su precio: la segunda vida de ambos no será, precisamente, barata. La transformación completa del Range Rover tendrá un precio de 230.000 libras (261.000 euros) sin vehículo donante. El Land Rover Defender se queda en 185.000 libras (210.000 euros) más el vehículo donante.