A menudo, subestimamos el peligro de muchos productos cotidianos que, en ciertas circunstancias, pueden llegar a poner en grave riesgo nuestra salud, incluso nuestra vida. Lo que subestimamos aún más, por desconocimiento, o por tratarse de una situación tan atípica que existan pocos precedentes al respecto, o al menos casos cercanos que nos hagan tomar precauciones. Eso es precisamente lo que ha sucedido en este caso que nos ocupa. Según la policía de Halifax, en West Yorkshire, Inglaterra, un coche ha explotado estos días después de que su conductor usara una excesiva cantidad de desodorante y encendiera un cigarrillo.
Explota su coche, por un desodorante y un cigarrillo
Esta noticia, que sin duda hace que salten todas las alertas y nos llevan a pensar que pudiera tratarse de una leyenda urbana, ha sido confirmada tanto por la policía de Halifax, como por el servicio de bomberos de West Yorkshire que investigó el suceso, que se produjo el pasado 14 de diciembre.
Según su explicación de lo sucedido «El propietario del coche, que se encontraba detenido en ese momento, había utilizado una excesiva de cantidad de desodorante en aerosol, sin ventilar el habitáculo antes de encender un cigarro». La explosión habría dejado el coche tal y como se muestra en estas imágenes, reventando las ventanillas, y dañando gravemente la carrocería e incluso el acristalado de los negocios colindantes. El conductor, por suerte, habría sufrido únicamente heridas leves.
Otros casos similares
El suceso también nos recuerda, por otro lado, lo peligrosa que puede resultar una deflagración en un espacio cerrado y una lección, la del conocido como el triángulo de fuego, que se genera en presencia de un combustible, en este caso el aerosol del desodorante; un comburente, el óxigeno; y una fuente de calor, el mechero con que se encendió el cigarrillo.
Lo llamativo de este caso es que, por atípico que nos resulte, se han dado sucesos muy parecidos en los últimos años. En 2017, la BBC mencionaba un caso similar sucedido también en Inglaterra, en el condado de Essex. El mismo caso cuyo coche, un Ford Focus de primera generación, podéis ver destrozado en la imagen superior. La causa de la deflagración también fue el encendido de un cigarrillo en presencia del aerosol de un desodorante.
Sorprendente también el caso que menciona SKY, que se habría dado en Duigsburg, Alemania, en 2016. En ese caso, la fuente de ignición que habría causado la explosión, o a la que al menos se culpaba de ello, habría sido una bombilla.