Puede resultar irónico. Pero la saga cinematográfica sobre coches que ha atraído más gente a los cines es también la que más coches ha destrozado, cientos de coches enviados directamente al desguace. Ya os contábamos cómo Furious 7 había acabado con la vida de 230 coches, y el destino final de todos ellos. Tras el rodaje, todo vehículo siniestrado pasa necesariamente por el proceso de achatarramiento, con el fin de evitar que por la calle acaben circulando coches, en los que sea posible cualquier problema para la seguridad de sus pasajeros, que algún día sirvió para una película de la saga Fast & Furious. ¿Pero serías capaz de estimar la cuantía de los daños de todos los coches que ha destrozado la saga Fast & Furious?
La aseguradora británica InsuretheGap ha tenido la brillante idea de realizar un estudio de la orgía de destrucción automovilística a la que hemos asistido en las siete últimas entregas de Fast & Furious. Y los resultados son increíbles.
Toma nota de estos datos sobre la destrucción automovilística de la saga Fast & Furious, según este estudio: 169 coches han sufrido daños que podrían haberse resuelto con un trabajo de chapa y pintura, otros 142 han sido destruidos completamente y también han sido completamente siniestrados otros 37 vehículos especiales, entre los que el estudio cuenta a preparaciones únicas, coches de carreras, autobuses, trenes, motocicletas, aviones, helicópteros y vehículos militares. Cifras que se nos quedan cortas, si tenemos en cuenta que a menudo se ha hablado de 230 coches destrozados únicamente en Furious 7 y más de 1.000 coches a lo largo de toda la saga.
Tráiler oficial de la próxima entrega de Fast & Furious, The Fate of the Furious.
A la hora de hablar de los costes, el estudio no podía olvidarse del Lykan Hypersport de Furious 7, el que según ellos es el coche más caro que jamás se haya destruido en una película de Fast & Furious. Un deportivo que puede estar en tu garaje por 2.772.489 libras esterlinas, más de 3,2 millones de euros. Pero en este caso nos encontramos con un problema. El estudio de esta empresa británica ha valorado el Lykan Hypersport como si fuera un deportivo de producción, y no lo era. Dennis McCarthy, el encargado de la selección de coches de Fast & Furious 7 y otras muchas películas, reconocía a The Verge en una entrevista en 2015 que el Lykan «volador» no era un deportivo de producción, aunque aún así era uno de los deportivos más caros que hayan aparecido en esta saga cinematográfica.
El estudio habría llegado a la conclusión de que el coste de la destrucción en la saga Fast & Furious ha superado los 490 millones de euros. Costes entre los que, de nuevo, también se incluyen daños importantes en 53 edificios y la destrucción total de otros 31 edificios. Es decir, el estudio habría tenido en cuenta los daños sobre un total de 432 elementos, entre los que se incluyen coches, otro tipo de vehículos, y edificios.
Profundizando en el origen de los daños, el estudio también habría llegado a la conclusión de que los héroes, los buenos de la película, han sido con diferencia los que más daños han generado. Daños muy superiores a los de los villanos. Furious 7 ha sido, con diferencia, la película que ha generado los daños más costosos. Y, lo creas o no, Deckard Shaw, el personaje interpretado por Jason Statham, ha sido el que más daños ha generado – con holgada diferencia – aún siendo un personaje que no se había presentado hasta la última película de la saga.
Aún restando los edificios, aún teniendo en cuenta que algunos de los coches no fueran completamente de producción, aún sabiendo que las estimaciones de destrucción que teníamos hasta la fecha eran incluso superiores, y que hayan podido exagerarse algunas cifras en el estudio, estaréis conmigo en cualquier caso en que los daños generados por la saga Fast & Furious a lo largo de todos estos años son demenciales.
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