Fue hace unos años cuando la coalición de Ford y Volkswagen nos anticipaba que, en algún momento, se producirían sinergias entre ambas marcas. Pues bien, ese momento ya tiene fecha, y es el 21 de marzo, día en el que se presentará de manera global al nuevo retoño eléctrico de la firma del óvalo, un SUV que se posicionará inmediatamente por debajo del Mustang Mach-E y que tendrá mucho que ver con los Volkswagen ID.4 e ID.5.
Así no solo la familia eléctrica de Ford crece, sino que también somos testigos de los frutos de esta alianza que, hasta la fecha, no se había materializado como coche. No obstante, de momento solo nos han hecho testigos de un simple teaser ofrecido por el propio Amko Leenarts, Director de Diseño de Ford Europa, y quien levanta la lona para mostrarnos el diseño de una rueda.
Ford ya tiene todo listo para presentar a su segundo SUV eléctrico
Y es que de momento es lo único que podemos distinguir de este nuevo retoño que muestra, sin pudor alguno, una llanta de diseño semi-carenado. Esto es inequívoco síntoma de que en Ford han velado por la autonomía de su nuevo SUV eléctrico, algo que consiguen cuidado la aerodinámica, por ejemplo, a través de las propias llantas.
Profundizando un poco más en la estética, se espera un lenguaje de diseño depurado e innovador, sirviendo este como punto de partida para los venideros coches de Ford. Lo mismo se puede decir del habitáculo, donde tecnología y minimalismo se darán la mano en pro de ofrecer una atmósfera semejante a la que encontramos en su hermano mayor, el Mustang Mach-E.
With our brand-new EV being revealed next month, it’s now time we start getting excited.
Here’s @amko_leenarts showing us that you can expect rebellious, uncompromising, SUV heritage reimagined for the #EV era.Join us on March 21st! #ExploringReinvented #ElectricVehicle pic.twitter.com/LulZXIFJSG
— Martin Sander (@MSander22) February 23, 2023
Pero el punto más fácil de vaticinar parece ser que es la mecánica. Esto se debe a que el nuevo SUV eléctrico de Ford compartirá no solo plataforma con los ya mencionados ID.4 e ID.5, sino también motores, algo lógico si tenemos en cuenta que partirá también de la plataforma modular MEB del consorcio germano.
Así, se esperan, de momento, tres variantes mecánicas para el nuevo eléctrico de Ford. En un primer escalafón se asentarán dos propulsores de 174 y 204 CV situados en el eje posterior que, de la mano de una batería de 77 kWh de capacidad neta, prometerán autonomías de más de 500 kilómetros en ambos casos.
Y por encima de estas nos encontramos con la hipotética versión ST del SUV americano, la cual equivaldrá a los GTX de Volkswagen. Esto se traduce en dos motores capaces de producir un total de 299 CV, una cifra que disminuirá la autonomía de la misma batería de 77 kWh hasta uno más modestos 499 kilómetros.
No obstante, los datos de autonomía podrían variar, especialmente al tratarse de un vehículo con un diseño y aerodinámica diferente a la de sus primos hermanos alemanes, pudiendo verse este dato incrementado o reducido. A ello hay que sumarle que, pese a tratarse inicialmente de un SUV convencional lo que va a presentar Ford el próximo 21 de marzo, podría llegar más adelante una variante de corte coupé basada en el ID.5.