A punto de comenzar la nueva temporada de Fórmula 1, Aston Martin ha decidido calentar motores con su fichaje estrella y el «regalo» que le han hecho. Fernando Alonso acaba de estrenar un flamante Aston Martin DBX 707, un SUV de muy altas prestaciones diseñado para poner contra las cuerdas a modelos de la talla del Lamborghini Urus o el Ferrari Purosangue. ¿Eres de los que pensaba que un SUV no servía para correr en circuito? Alonso hará que cambies de opinión.
En la colección de coches que posee Fernando Alonso sabemos que existen piezas de muy alto valor, sin embargo este garaje acaba de estrenar nueva montura gracias al fichaje del piloto asturiano por la escudería de Aston Martin en F1. Si bien en la gama de Aston existen un nutrido número de superdeportivos, incluyendo joyas tan serias como el Valkyrie, el coche escogido por Alonso ha sido un Aston Martin DBX en su versión más deportiva denominada como 707.
Aston Martin DBX
Partiendo de la base de que el DBX podemos considerarlo como uno de los SUV con mejor puesta a punto del mercado, la especificación 707 significa subir varios peldaños en deportividad. Para empezar bajo su capó encontramos un propulsor 4.0 V8 Twin-Turbo de origen Mercedes-AMG capaz de desarrollar 707 CV y 900 Nm, lo que unido a una transmisión automática de 8 relaciones y un sistema de tracción total inteligente, es capaz de conseguir un 0-100 Km/h de 3,3 segundos y una velocidad punta de 310 Km/h.
Y a pesar de estas cifras, el hecho de ser un enorme SUV y tener un peso de 2.200 Kg, nos podría arrojar ciertas dudas sobre su efectividad. Pues bien, Fernando Alonso se ha ido con su nuevo Aston Martin DBX 707 hasta un circuito para demostrar de qué es capaz esta máquina. No tenemos cifras de tiempo, tampoco posibilidad de comparar, pero lo cierto es que el espectáculo está servido con un Alonso llevando al límite a cada componentes del DBX 707.