Desde el Ferrari 250 GT Berlinetta SWB hasta el Ferrari 250 GTO pasando por el Ferrari 250 Europa: la familia ‘250’ de Ferrari está considerada como una de las mejores combinaciones de deportividad y elegancia. Hoy el protagonista es el Ferrari 250 GT Cabriolet, un ejemplar que lleva años olvidado en un granero y sólo saldrá de él si alguien paga (como mínimo) 1,2 millones de euros.
Del Ferrari 250 GT Cabriolet dicen que es tan elegante como divertido de conducir. Diseñado por Pininfarina en un ejercicio de equilibrio y majestuosidad, esta unidad podría ser la última que queda sin restaurar. Es el número 152 de las 200 unidades pertenecientes a la segunda tirada que salió de Maranello: tras una primera producción de 40 coches llegó una nueva serie y para no perjudicar al Ferrari 250 GT California Spider, los italianos lo diferenciaron con una carrocería más sobria, un maletero de mayores dimensiones y un interior más cómodo.
El Ferrari 250 GT Cabriolet es especial porque, además, está considerado como el primer descapotable de producción de la casa italiana. A finales de los cincuenta, los cabrio con capota blanda plegable sólo se producían en cantidades relativamente pequeñas: solían ser peticiones de clientes específicos o ejercicios de estilo que las marcas llevaban a cabo pensando en los salones. Hasta que llegó el Ferrari 250 GT Cabriolet, precisamente, al Salón del Automóvil de París.
Sigue funcionando
Su número de chasis, 3051, desvela que salió de fábrica el 25 de noviembre de 1961 y su historia está documentada con la documentación oficial: fue adquirido, en primer lugar, por un empresario italiano de Milán. Después de diez años en Italia, en 1971, un año después de cambiar de manos, se exportó a Estados Unidos y allí ha permanecido hasta ahora.
No solamente coinciden el número del motor o el del chasis, también los de la carrocería: esto significa que es la original… aunque salta a la vista que necesita una restauración. La pintura ‘Blu Scuro’ (azul oscuro) se ha ido, pero la tapicería de cuero ‘Rosso’ (rojo) sí ha sobrevivido. Está relativamente bien conservado e incluye un juego adicional de llantas Borrani, recambios para los paragolpes y un juego de herramientas parcial. Y lo más interesante: su motor, un V12 3.0 de 236 CV, sigue funcionando. Eso sí, después de pasar tanto tiempo abandonado en un granero, será necesario revisarlo a fondo.
Gullwing Motor Cars lo ha puesto a la venta en Estados Unidos: el precio de partida es de 1.275.000 dólares (1,19 millones de euros). Una cantidad que sorprende porque no se aleja demasiado de las que han llegado a pedir por unidades del Ferrari 250 GT Cabriolet Pininfarina en excelentes condiciones.
Imágenes: Gullwing Motor Cars