No contentos con el lanzamiento del Ferrari F8 Spider los de Maranello nos presentan un nuevo y aún más sugerente si cabe superdeportivo descapotable, un Ferrari 812 Superfast que se desmelena para dar paso al Ferrari 812 GTS, la espectacular perspectiva de un Ferrari V12 descapotable con una desmesurada potencia listo para representar con tanta garra como clase la cumbre de los excesos automovilísticos. Nace el Ferrari 812 GTS y si aún fueras un niño que cuelga pósters en su habitación el del Ferrari sería tu póster favorito.
El Ferrari 812 GTS es un Ferrari V12 descapotable con 800 CV
El Ferrari 812 GTS llega como la versión Spider del Ferrari 812 Superfast, un descapotable que nos ofrece lo que en estos tiempos podemos considerar como un canto de cines del automovilismo más excelso tal y como lo conocíamos. Es un Ferrari con un motor V12 atmosférico, sin ningún tipo de hibridación y descapotable, ¿cuándo será la próxima vez que veamos un coche así si es que lo volvemos a ver?
Ferrari 812 GTS
Bajo el capó del Ferrari 812 GTS late un motor V12 de 6.5 litros de cubicaje, un motor que desarrolla una potencia de 800 CV a 8.500 rpm y un par máximo de 718 Nm a 7.000 rpm para un coche que sobre la báscula arroja un peso de 1.600 kg, siendo capaz de marcar un 0 a 100 km/h de menos de 3 segundos, parando el crono en los 8.3 segundos en el 0 a 200 km/h antes de alzarse hasta los 340 km/h de velocidad máxima.
El Ferrari 812 GTS pesa 75 kg más que el Superfast, a cambio disfrutamos del V12 «sin filtros»
Estéticamente el Ferrari 812 GTS adopta su nueva condición de descapotable sobre la base de un Ferrari 812 Superfast que se ve despojada de su característica caída del techo tan shooting brake para dar paso a dos jorobas sobre las que se articula el sistema de plegado del techo con una configuración casi targa y un proceso de plegado que como el Ferrari F8 Spider tarda 14 segundos y se puede realizar en movimiento hasta los 45 km/h.
Respecto al Ferrari 812 Superfast este modelo incrementa su peso en 75 kg como consecuencia de la introducción de la capota, el sistema de plegado y los refuerzos del chasis, ofreciéndonos en su interior la misma atmósfera de deportividad que ya conocíamos en el coupé, con un puesto de conducción comandado por un cuentarrevoluciones como elemento más destacado y un volante que, por supuesto, luce el clásico manettino, sin perder de vista que nuestro acompañante dispone de una segunda pantalla insertada en el salpicadero.
Por ahora Ferrari no se ha pronunciado sobre el precio de esta versión que, tal y como dicta la lógica, será superior al del Ferrari 812 Superfast, que parte desde 339.000 euros.