La fórmula secreta de Ferrari para fabricar coches cada vez más exclusivos, también cada vez más caros, y que aún así se vendan en tiempo récord funciona cada vez mejor. Y el nuevo Ferrari Daytona SP3 es un claro ejemplo, pues una vez más ha sido presentado con el cartel de «todo vendido», y eso que hablamos de 599 coches con un precio que arranca en los 2 millones de euros. Muchas son las firmas que intentan aplicar esta fórmula, pero por ahora sólo Ferrari es capaz de conseguir este nivel en el mundo del automóvil.
Según informa AutomotiveNews, durante la presentación del nuevo Ferrari Daytona SP3, el máximo responsable de marketing de la marca Enrico Galliera ofreció interesantes datos sobre la venta de este nuevo modelo. Para empezar está el precio, un importe de 2 millones de euros antes de personalización e impuestos, lo que hace que cada unidad pueda alcanzar los 3 millones con relativa facilidad. En segundo lugar está la producción, confirmando una serie limitada de 599 unidades que supone incrementar en 100 unidades la del Monza, el primer modelo lanzado en la nueva gama Icona. Y en tercer y último lugar, Galliera confirmó que las 599 unidades ya estaban vendidas, adjudicándose las 499 primeras a los mismos clientes que en su momento compraron el Ferrari Monza en versión SP1 o SP2.
Es decir, 499 Daytona SP3 irán a parar a las mismas manos que en su día compraron un Ferrari Monza, lo que da buena cuenta del poderío económico al que se dirije esta nueva gama de modelos creada por la firma italiana. Las 100 unidades restantes se han adjudicado a clientes muy especiales seleccionados por la propia marca, aplicando así el mismo criterio que rige la venta de los coches más especiales de Ferrari desde hace años. Pues no debemos olvidar que los Ferrari más exclusivos no los compras, sino que Ferrari te deja comprarlos.
De esta forma Ferrari no solo ha conseguido hacer 1.198 millones de euros de caja (como mínimo) vendiendo las 599 unidades del Daytona SP3, sino que ha dado el pistoletazo de salida a su revalorización antes siquiera de haber entregado la primera unidad. Además ha conseguido crear ese intangible en cuanto al deseo, pues una vez más la demanda ha sido muy superior a la oferta según ha admitido el propio fabricante, lo que hace que ese mercado tan exclusivo esté pensando ya en cómo convencer a Ferrari para tener acceso al próximo modelo o incluso al más deseado y elitista programa Special Projects donde solo se fabrican series ultra limitadas y One-Off.
¿Por qué ninguna otra marca consigue emular a Ferrari?
Pero todo este cúmulo de excesos solo ocurre en Ferrari, que es posiblemente lo más curioso del tema. Muchas otras marcas están intentando desde hace años seguir los pasos de Ferrari a la hora de fabricar series especiales, ediciones ultra limitadas e incluso modelos de tipo One-Off, pero el resultado nunca es el mismo por varios aspectos clave como la exclusividad, la revalorazación y la imagen de marca que proyectan esos coches. Casos como el del McLaren Elva con hasta 2 revisiones a la baja de su producción demuestran que el mismo cliente que se peleaba por tener un Monza, no tiene tanto interés en la barchetta de McLaren. Y así nos encontramos también a Aston Martin, Lamborghini o incluso Bugatti intentando replicar la fórmula de Ferrari, pero siempre en producciones mucho más comedidas como bien demuestran los Lamborghini Sián o Countach, o los Bugatti Divo o Centodieci.