Damas y caballeros, en vuestras pantallas, el nuevo Ferrari Portofino M. Es la evolución del Ferrari Portofino, un descapotable de techo duro retráctil que difumina las líneas entre los coupés y los descapotables. Hasta la llegada del Ferrari Roma, era el escalón de acceso a la gama del fabricante de Maranello. Tres años después de su lanzamiento, el Porfofino M – M quiere decir «modificata» – trae bajo el brazo cambios técnicos interesantes, prestaciones mejoradas y una estética en la que la evolución es muy tímida. Hoy, hemos tenido el placer de asistir a su presentación virtual: esto es todo lo que debes saber sobre el Ferrari más hedonista y polivalente.
Qué cambia (y qué no cambia) en el Ferrari Portofino M
Los cambios más profundos son fundamentalmente técnicos, y son cambios incrementales. Siguiendo el espíritu de mejora continua de la marca, el primer elemento afectado es el motor. El brillante 3.9 V8 biturbo de Ferrari ha aumentado su potencia en 20 CV, alcanzando 620 CV entre las 5.750 y las 7.500 rpm. El incremento de potencia se logra a base de nuevos perfiles para los árboles de levas y a base de aumentar la velocidad máxima de giro de los turbos en 5.000 rpm – algo que ha requerido la instalación de un sensor de velocidad en las propias turbinas.
Aunque el par motor máximo se sigue posicionando en 760 Nm, Ferrari afirma que su entrega es más contundente y que el turbo lag se ha prácticamente eliminado gracias a una electrónica modificada. La instalación de un filtro de partículas ha sido necesaria a causa de la normativa Euro 6D. La marca ha practicado una estrategia de constante regeneración para que el flujo de gases de escape sea lo más libre posible y se han eliminado los silenciosos traseros para que el sonido no se vea afectado. Pero sin duda, el cambio más significativo es la nueva caja de cambios.
El Portofino equipaba un cambio de doble embrague y siete relaciones, mientras que el Portofino M equipa un nuevo cambio de doble embrague y ocho relaciones, que ha sido recientemente estrenado en el Ferrari SF90 Stradale. Basada en este desarrollo, sus relaciones de cambio son ligeramente más largas, a causa del perfil ligeramente más «amable» del Portofino M. El Portofino M tendrá un consumo homologado más bajo gracias a su octava de desahogo y la posibilidad de usar el sistema Start & Stop en entornos urbanos. Pero no te lleves a engaño.
Este cambio hace que el Portofino M sea un coche más rápido que su predecesor. En su 0 a 100 km/h no es tan perceptible – es 0,05 segundos más rápido, con 3,45 segundos – pero en el 0 a 200 km/h el Portofino M firma un registro de 9,8 segundos, frente a los 10,8 segundos del Portofino a secas. En lo tocante a la dinámica, el Manettino estrena una quinta función «Race», que permite explorar los límites del coche de forma progresiva, con una red de seguridad. Es posible, en parte, gracias a la equipación del sistema SSC (Side Slip Control).
No podemos llamar a este sistema un asistente al derrapaje, pero lo cierto es que su potentísima electrónica ayuda a sostener deslizamientos sin que perdamos el control. En cuanto al diseño, los cambios son ligerísimos. El más perceptible es el rediseño del difusor trasero, mientras que unas nuevas llantas y retoques en calandra y paragolpes delantero son mucho más ligeros. Lo que no ha cambiado es el lujoso y equipado habitáculo del Portofino, en el que el destaca una cuidada instrumentación y un equipo de infotainment con pantalla para conductor y acompañante.