Seré sincera. Cuando Ferrari lanzó el Ferrari Roma, en 2019, su diseño me enamoró y me hizo envidiar a aquellos que protagonizaron la ‘dolce vita’ a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta en la Ciudad Eterna. Este deportivo con tintes de Gran Turismo, motor delantero y una configuración 2+2 no se parecía a ningún otro modelo presente en la alineación italiana… y, desde mi punto de vista, no necesitaba mejoras. Sin embargo, hay gente que no estará de acuerdo. El preparador alemán DMC es el mejor ejemplo de ello ya que ha concebido el Ferrari Roma Fuego: ¿acierto o aberración?
Probablemente el nombre, Fuego, es de lo poco apropiado en esta transformación si tenemos en cuenta el color elegido para la una carrocería que ha visto cómo su altura se rebajaba en 35 milímetros. DMC ha añadido al Ferrari Roma una serie de piezas de fibra de carbono con un revestimiento que puede ser mate o brillo.
Retoques estéticos
Un pack compuesto por un faldón delantero rediseñado que añade un divisor más prominente y faldones laterales más aerodinámicos que incorporan una aleta en la parte trasera. En el perfil destacan las llantas forjadas y firmadas por Pur Wheels: su diseño, acabado en negro, tiene de cinco radios dobles y su tamaño es de 21 y 22 pulgadas para el eje delantero y el trasero, respectivamente. En la parte trasera nos encontramos con un alerón sobre la tapa del maletero y un difusor. Y para el interior se ofrecen múltiples opciones de personalización: cuero, Alcantara…
Más potencia
El Ferrari Roma está equipado con un V8 biturbo de 3.9 litros que desarrolla 620 CV y 760 Nm de par máximo entre 3.000 y 5.750 rpm. Alcanza su potencia máxima en las 7.500 rpm y la transmite a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de doble embrague con ocho velocidades. DMC ha conseguido exprimir este bloque al máximo para obtener 88 CV y 128 Nm adicionales alcanza, así, una fuerza de 708 CV y 888 Nm de par máximo.
El preparador alemán ha superado la propuesta del kit de Novitec que ofrece 694 caballos y 882 Nm. ¿Cómo lo ha logrado? Llevando a cabo algunos cambios en la gestión del motor que incluyen actualizaciones en la inyección, el encendido y el control electrónico de la presión de sobrealimentación.
Esto se traduce, al mismo tiempo, en una mejora en las cifras de rendimiento. El Ferrari Roma tradicional pasa de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, necesita 9,3 segundos para llegar a los 200 km/h y velocidad punta es de 320 km/h. El Ferrari Roma Fuego reduce esos tiempos: 3,2 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, 8,9 segundos para el 0 a 200 km/h y alcanza una velocidad máxima superior a los 325 km/h.
¿Encaja el Ferrari Roma Fuego?
Las transformaciones siempre me han parecido curiosas por el constante afán con el que los preparadores nos demuestran dónde están los límites de esos coches que despiertan nuestras pasiones. No obstante, en mi opinión, hay modelos con los que estas versiones radicales no encajan: los ves y sientes que no están cómodos. Y eso es lo que creo que pasa con el Ferrari Roma: puede ser más bruto y más potente, pero pierde la esencia de la ‘dolce vita’ y de los modelos (Ferrari 250 GT Berlinetta Lusso o Ferrari 250 GT 2+2) en los que se inspiró. O lo que es lo mismo: pierde su personalidad.