Hace unas semanas acudí invitado por Fiat a Reino Unido. La idea era volver a tomar contacto con la familia 500. En apenas una mañana pude probar un Fiat 500S, un Fiat 500C y un Fiat 500L. El Fiat 500L es una de las grandes apuestas de Fiat en este «curso», habiendo recibido un intenso lavado de cara que lo actualiza a nivel de estética y tecnologías. De hecho, ya lo hemos podido probar brevemente, puedes leer aquí la crónica de mi compañero David Villarreal. Con los deberes hechos en este sentido, acudo a Londres con la idea de probar que no necesito un SUV o un crossover para salir con garantías del asfalto.
Tras aterrizar en un Londres frío y desapacible, las nubes se van y puedo disfrutar de una fría pero húmeda mañana de otoño. Tras un breve briefing a cargo de los responsables de la marca, es hora de ponerme en marcha. El coche elegido es un Fiat 500L de cojo rojo – «Pasodoble Red» según Fiat – equipado con un motor 1.4 T-Jet de 120 CV y cambio manual. Este Fiat 500L era en concreto una versión Cross, la que consideramos la más interesante de la gama, compuesta por los Wagon de siete plazas y los Urban de posicionamiento más urbano. ¿En qué se diferencia un Fiat 500L Cross de sus hermanos de gama?
Dentro y fuera del asfalto con el Fiat 500L Cross
En primer lugar, posee una estética más aguerrida. Es un coche que trata de aproximarse a la estética de un SUV o un crossover, con protecciones de plástico decorativas en la parte inferior de la carrocería, una calandra de aspecto más agresivo o pasos de rueda enmarcados en plástico oscuro. Sin llegar a «asustar» como un Jeep Renegade Trailhawk, se percibe claramente una vocación más aventurera en su diseño. Una de las diferencias más reseñables con respecto al resto de los Fiat 500L está en su suspensión, que aumenta la altura libre al suelo del coche en 25 mm. Todo un seguro para salir del asfalto.
Seamos francos, el Fiat 500L Cross no se convierte en un todoterreno, ni es tan capaz como un Dacia Duster en pistas sin asfaltar. No obstante, esos 25 mm extra pueden marcar la diferencia en ese acceso a una casa rural o en la pendiente nevada que lleva al apartamento de la estación de esquí. Los Fiat 500L Cross montan de serie neumáticos M+S – sobre unas llantas de 17 pulgadas – en combinación con un control de tracción avanzado llamado Traction+. Esta pareja es la que me ha permitido aventurarme fuera por una pista embarrada en los Windsor Lakes, situados a las afueras de Londres.
La pista no tenía zonas complicadas a nivel de altura libre al suelo, pero tenía zonas completamente embarradas, fruto de al menos «dos semanas consecutivas de lluvia», según un responsable de la organización. A pesar de que el firme era muy deslizante, colocando el control de tracción en su modo Traction+, el coche avanza sin ademán alguno de quedarse atascado. Este control de tracción frena de forma ligera la rueda que pierde tracción, sin cortar al completo la entrega de par motor. Permitiendo ligeras pérdidas de adherencia evita que nuestro avance se vea limitado o impedido.
Este sistema no es perfecto, y en ciertas circunstancias – por ejemplo en zonas rotas de muy baja adherencia, sin posibilidad de adquirir inercia – no podrá vencer a las leyes de la física, cediendo ante los sistemas de tracción total. Pero os aseguro que en la práctica totalidad de las ocasiones sus propietarios no echarán de menos dos ruedas motrices adicionales. Es un sistema de funcionamiento idéntico al Grip Control de coches como el Peugeot 2008, que también prescinde de la tracción integral. La ausencia de tracción total también reduce el peso, la complejidad y los consumos del coche.
Tras esta toma de contacto todoterreno, me llevé la misma unidad de paseo por la campiña inglesa. No era la primera vez que conducía por la izquierda, pero sí que lo era con tráfico intenso y multitud de glorietas. En esta zona residencial, de carreteras estrechas y firme roto, el Fiat 500L se comporta de forma cómoda y predecible. El motor 1.4 T-Jet responde con solvencia, aunque obligándonos a jugar con el cambio de marchas si demandamos una mayor aceleración. Es un coche orientado al confort, con una posición de conducción ligeramente elevada, parecida a la de un crossover.
Su fila de asientos trasera tiene regulación longitudinal – haciendo que la capacidad del maletero oscile entre los 412 y los 455 litros – y en el maletero disponemos de una bandeja que podemos posicionar a dos alturas diferentes. Detalles prácticos que mejoran la vida a bordo del Fiat 500L. Otras novedades del Fiat 500L se centran en su sistema Uconnect de infoentretenimiento, que ahora es compatible con Android Auto y Apple CarPlay, entre otras novedades. La instrumentación es de nuevo diseño, y se ha reorganizado la consola central con el objetivo de asemejarla más al de un Fiat 500X, que a la de un Fiat 500.
Un interesante movimiento, con el que Fiat busca que la percepción de su pequeño monovolumen familiar sea más refinada. En este lavado de cara se han mejorado las calidades del Fiat 500L, que han mejorado con respecto a su predecesor y se sitúan en la media del segmento. Los Fiat 500L Cross están disponibles en España con motores 0.9 TwinAir de 105 CV, 1.4 de 95 CV y 1.4 T-Jet de 120 CV en gasolina, y con un 1.3 Multijet de 95 CV y 1.6 Multijet de 120 CV en cuanto a la gama diésel – todos ellos asociado a cambios manuales. Sus precios arrancan en 14.690 euros, para una versión básica de gasolina.
Una de las opciones más interesantes es el 1.4 T-Jet probado, también capaz de funcionar con GLP, disponible en multitud de gasolineras de nuestra geografía – esta versión arranca en 17.720 euros. Las versiones diésel arrancan en los 15.720 euros del 1.3 Multijet de 95 CV. El precio más bajo corresponde a una oferta promocional, que exige la entrega al concesionario de un vehículo usado y la financiación del mismo. El Fiat 500L Cross es una alternativa interesante a coches como el Citroën C4 Cactus o el Peugeot 2008, en los que se pone cierto énfasis en la habilidad de circular fuera del asfalto.