Comprar hoy en día un coche nuevo implica una decisión muy importante: la etiqueta que este luce sobre el salpicadero. Sin embargo, no todos los ciudadanos pueden afrontar el desembolso que implica un híbrido, un híbrido enchufable o ya no digamos un eléctrico, por lo que están destinados a aguantar lo máximo posible con su coche con etiqueta C o B. Pero ten cuidado, porque puede que el año 2026 sea decisivo para estos últimos.
El año 2026 podría suponer el final para los coches con etiqueta B
Todo ello deriva de las ya existentes ZBE -Zonas de Bajas Emisiones-, zonas que limitan de alguna manera u otra el acceso de vehículos. Hasta la fecha, estas son competencia de cada ayuntamiento, aunque de obligatoria instalación en aquellos municipios de más de 50.000 habitantes, pero ello no hace que estén exentas de una revisión periódica.
Y es concretamente este punto el que puede hacer que el año 2026 resulte fulminante para los coches con etiqueta B. ¿Por qué? Porque, bajo el criterio de la DGT, son el grupo de vehículos más contaminantes después de aquellos que no cumplen las condiciones para recibir una etiqueta medioambiental, y los cuales ya están sufriendo las consecuencias de ello en ciudades como Madrid, Barcelona o cualquiera que haya decidido vetarlos de sus ZBE.
Esto se debe a que, aunque en muchos casos estamos hablando de coches diésel matriculados en el año 2014 y con mucha vida útil por delante, sufrirán restricciones tras la correspondiente actualización de las ZBE. Dicha situación nace a raíz del Real Decreto 1052/2022 del 27 de diciembre, por medio del cual se regulan las Zonas de Bajas Emisiones, y el cual reza en su artículo 10, epígrafe 4, de la siguiente manera:
4. El proyecto de ZBE deberá revisarse, al menos, a los tres años de su establecimiento y, posteriormente, al menos, cada cuatro años, con el fin de garantizar que se están alcanzando los objetivos planteados en el proyecto, y que responden a lo establecido en este real decreto.
¿La traducción? Que el funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones ha de ser revisado a los tres años, y ello puede derivar en la creación de una normativa más restrictiva que podría dejar fuera a los coches con etiqueta B. Y aunque bien es cierto que la normativa de estas seguirá siendo competencia de los ayuntamientos, podría o bien instaurarse una ley que afecte a todas y que implique la prohibición de vehículos con dicho distintivo, o bien que sean los propios ayuntamientos quienes pongan impedimentos a su normal circulación.
Sea como fuere, la tendencia y evolución de las ZBE es clara. Y es que en ciudades como Barcelona o Madrid es aún más palpable, teniendo esta última como normativa para el 1 de enero de 2025 prohibir la circulación a los coches sin etiqueta no empadronados en Madrid por todas las vías públicas urbanas del municipio.