En estos momentos, ya no se están fabricando los Opel Karl, Opel Adam y Opel Mokka X. Su producción ha finalizado y sólo volverá a venderse un sucesor del Opel Mokka X en 2020, el año que viene. Es una decisión que tiene sentido y que viene motivada por varios factores, fundamentalmente económicos. Uno de los primeros factores que ha motivado esta decisión es que en los tres casos se trata de productos veteranos, construidos sobre plataformas desarrolladas bajo la era General Motors. No obstante, no todos ellos tenían unas ventas marginales – ni mucho menos podría afirmarse eso.
En 2018, se vendieron 41.817 unidades del Opel Adam, y 48.292 unidades del Opel Karl. Aún así, el Opel Mokka X encontró 120.537 nuevos dueños en 2018, y bajo ningún concepto podría considerarse un producto poco exitoso, pese a su veteranía – el Mokka X es realmente un lavado de cara profundo del Opel Mokka, lanzado al mercado en 2012. Las modestas ventas de los dos urbanos podrían explicar el cese de su producción, pero, ¿por qué entonces Opel mataría al Mokka X, una de sus gallinas de los huevos de oro? Hay varios motivos con mucho sentido tras esta decisión aparentemente drástica.
Uno de los motivos es que se trata de un coche construido enteramente con mecánicas y plataforma de origen General Motors. En aras de la eficiencia y el ahorro de costes, el Grupo PSA quiere que todos sus productos compartan plataformas, motores y tecnologías. Además, el posicionamiento del Opel Mokka X se solapa con el del Opel Crossland X, apenas más pequeño – el Crossland X sí es un producto con ADN PSA, dicho sea de paso. Pero el motivo más importante tras esta decisión son las emisiones de CO2: en 2020, las emisiones medias de los coches vendidos por el Grupo PSA deben ser inferiores a 95 g/km.
De lo contrario, el grupo tendrá que pagar penalizaciones de 95 euros por cada gramo y coche que exceda dicho límite. El Opel Mokka X ya estaba al límite de su eficiencia. Si a ello le sumamos su veteranía como producto – que no es incompatible con un buen rendimiento comercial – la decisión tiene mucho sentido. Con todo, en Opel no se iban a arriesgar a dejar un producto como este sin sucesión. Se han encargado de producir suficientes unidades para tener stock de coches hasta que llegue su sucesor. Su sucesor será un SUV compacto, a caballo entre el Opel Crossland X y el Opel Grandland X, que compartirá plataforma con la próxima generación del Peugeot 2008.
Este SUV compacto – construido sobre la plataforma CMP – dispondrá de una versión 100% eléctrica, así como versiones electrificadas y posiblemente híbridos enchufables. Con respecto a los Opel Adam y Opel Karl, no se espera sucesores. Los urbanos son un segmento de ventas decrecientes en el que aumentar la eficiencia sin repercutir un precio más alto al cliente es prácticamente imposible. El relevo será tomado por la próxima generación del Opel Corsa, cuya presentación tendrá lugar a lo largo del presente año. Además, sabemos que se producirá en Zaragoza, en las instalaciones de Opel en Figueruelas.
Galería de fotos del Opel Mokka X