Hay ocasiones en las que es mejor recordar las cosas en su mejor momento. Con los coches y las motos pasa algo parecido. Es mejor haber conocido un deportivo legendario como el Mitsubishi Eclipse, que ver languidecer su denominación comercial en un crossover compacto. Las malas noticias que os traemos hoy son la pérdida de un mito de las motos deportivas: la Suzuki Hayabusa ha dejado de fabricarse y venderse en todo el mundo. Fue la primera moto de producción en superar la barrera de los 300 km/h, echando fuego a una peligrosa escalada de la velocidad punta en el mundo de los dos ruedas.
Hayabusa significa halcón en japonés, y fue una moto lanzada en respuesta a la Honda CBR 1100 XX, que en 1996 logró superar los 287 km/h. Suzuki quiso aniquilar a su competencia y se embarcó en el desarrollo de la moto más potente de la historia. La Suzuki GSX1300R «Hayabusa» montaba un motor de cuatro cilindros y 1.298 centímetros cúbicos, capaz de desarrollar 173 CV. Era un moto de grandes dimensiones, dotada de un carenado diseñado con la máxima eficiencia aerodinámica en mente. Un carenado que le otorgaba una imagen casi sacada de un cómic manga, un diseño muy característico y reconocible.
En 1999, la Hayabusa anunció a bombo y platillo su velocidad punta: 314 km/h. Un anuncio que fue un verdadero revulsivo en el mundo de la moto, que otorgó a la Hayabusa una popularidad instantánea. Cuentan las malas lenguas que el bastidor de la moto y su grupo motopropulsor eran capaces de alcanzar con seguridad los 350 km/h. No obstante, la «fiesta» duró muy poco tiempo. En el año 2000, los fabricantes japoneses de motos firmaron un pacto de caballeros en el que limitaban de forma voluntaria la velocidad máxima de sus motos a 299 km/h, poniendo fin a una guerra por la punta más alta.
Una guerra en la que la victoria fue de la Hayabusa, al fin y al cabo. En 2008 la Suzuki Hayabusa recibió un completo lavado de cara y su motor pasó a desarrollar aún más potencia (197 CV) gracias a un incremento de su cilindrada, hasta los 1.340 centímetros cúbicos. No obstante, su velocidad máxima siguió estando limitada a 296 km/h, pese a que alcanzaría 325 km/h sin limitador electrónico. No fue hasta 2013 cuando la moto recibió un tren de frenado con ABS. La leyenda de la Suzuki Hayabusa fue cimentada en los albores del internet de masas, gracias a personajes como el «Ghost Rider».
Un piloto sueco que conducía una Hayabusa preparada con un motor turboalimentado, cuyos vídeo consistían en escapar de la policía a toda velocidad. ¿Por qué la Suzuki Hayabusa, este icono de las dos ruedas, ha dejado de fabricarse? La respuesta está en unas ventas muy bajas y la imposibilidad de actualizar su mecánica a la normativa Euro 4. Al acabar 2018 termina la moratoria para vender stock de motos Euro 3, y de hecho, la Hayabusa ya había desaparecido de muchos mercados. Ante unas perspectivas comerciales negativas y un caro desarrollo, Suzuki ha decidido que es hora de que la Hayabusa se despida.
En Estados Unidos se venderán aún stocks de motos fabricadas, pero una vez se agoten no habrá más producción.