Mucho me temo que este titular se va a repetir muchas veces durante los próximos meses y años. El imparable viraje hacia la electrificación que el mercado está tomando va a provocar que muchos coches incombustibles, algunos de ellos ya considerados iconos, se tengan que despedir forzosamente del mercado. Sin embargo, este no es el caso del Toyota FJ Cruiser: no se despide por ser reemplazado por un eléctrico, si no porque llevaba la friolera de 16 años a la venta sin apenas cambios. La triste noticia, es que lo hace sin un sucesor a la vista.
El Toyota FJ Cruiser fue presentado como prototipo en el Salón de Detroit del año 2003, hace casi 20 años. Comenzó su producción en el año 2006, y su mercado principal fue el estadounidense, donde se vendió de forma ininterrumpida hasta el año 2014. Tuvo un ciclo de producto largo, pero ese ciclo comercial ha sido aun mas largo en mercados como Japón u Oriente Medio. Aunque de Japón ya se despidió a principios de 2018, siguió vendiéndose en Oriente Medio, de donde se despedirá, finalmente, en diciembre de este año.
Toyota Land Cruiser
La edición final de despedida constará de solamente 1.000 unidades. Cuando dichas unidades se vendan, el FJ Cruiser pasará a ser parte de la historia de la automoción. La edición especial contará con una tonalidad beige para su carrocería y elementos decorativos oscurecidos, además de detalles en tonos similares en su habitáculo. Lo realmente llamativo es que el Toyota FJ Cruiser haya logrado mantenerse en producción tantísimos años sin apenas cambiar. De hecho, solo se le aplicaron ligeros retoques cosméticos y tecnológicos durante estas tres décadas.
El FJ Cruiser nació como un guiño neo-retro a la historia de los Toyota Land Cruiser, concretamente a los icónicos FJ40 de los años sesenta. Su diseño estaba cargado de detalles clásicos, presentes sobre todo en su calandra, acompañada de faros redondos. También tenía peculiaridades como puertas traseras de apertura suicida, al estilo de las que podíamos encontrar en los Mazda RX-8 de la época. Su plataforma era un chasis de largueros y travesaños, compartido con el Toyota Land Cruiser – Land Cruiser Prado, no el 200 – de la época.
Su motor era un V6 de 4,0 litros y 270 CV de potencia, un atmosférico conocido por su fiabilidad y durabilidad, aunque no por su bajo consumo de combustible. Gracias a sus 235 mm de altura libre al suelo, excelentes ángulos todoterreno, reductora y bloqueo del diferencial trasero, el Toyota FJ Cruiser era un gran todoterreno. Aunque nunca se vendió de forma oficial en Europa, muchas unidades fueron importadas de otras regiones – mantenerlas nunca supuso un problema, al compartir multitud de piezas con los Land Cruiser europeos.