Poco a poco, Estados Unidos se va despidiendo de sus instituciones automovilísticas. Hace unos meses cesó la producción de los Ford Fusion, la última berlina de Ford. Ahora, es el Volswagen Passat el que se despide de Estados Unidos. Esta berlina tuvo en Estados Unidos uno de sus principales mercados durante décadas, y casi llegaron a cumplirse 50 años de venta ininterrumpida en la tierra del Tío Sam. Sin embargo, la pujanza de los SUV y los crossover también ha dado al traste con una de las instituciones de Volkswagen en EE.UU.
Podrías pensar que se trata de una simple defunción de otra berlina más. Pero la realidad es que el Volkswagen Passat estadounidense es mucho más que eso. La fábrica que Volkswagen abrió en Chatanooga (Tennessee) tuvo como principal objetivo la producción del Passat, un modelo que fue diseñado específicamente para el mercado americano – nada tenía que ver con el Volkswagen Passat que ya se vendía en Europa. Entre otras diferencias, más allá del diseño, tenía un mayor espacio interior, y sobre todo, era un coche menos refinado y con un menor nivel de equipamiento.
Volkswagen Passat
Volkswagen tenía claro que el objetivo del Passat estadounidense era luchar en precio con el Toyota Camry, Honda Accord, Chevrolet Impala o Nissan Altima, y logró ser más barato que todos ellos en precio de acceso – 23.995 dólares, para ser más concretos. Un favorito de flotas de empresa y alquiladoras, en definitiva. Ahora que tenéis más clara la enorme dimensión comercial del Passat, lo cierto es que sus ventas cayeron de forma muy significativa. El motivo, según Volkswagen, el auge en popularidad de los todocaminos.
Y concretamente, el auge en popularidad del Volkswagen Atlas y Atlas Sport. Los Atlas, construidos sobre la plataforma MQB, fueron diseñados específicamente para el mercado estadounidense. Con hasta siete plazas y un precio contenido, han superado en ventas al Passat, con el que compartían instalaciones productivas en Tennessee. Son los que recogerán el testigo del Passat, garantizando la supervivencia de la fábrica americana de Volkswagen. Es una pena que lo hagan en un formato de coche tan poco apasionante, dinámico y emocionante.
El Volkswagen Passat estadounidense no era un coche demasiado llamativo, pero los Atlas son posiblemente los productos más anodinos de Volkswagen de los últimos tiempos. Para despedir al Passat, Volkswagen of America lanza el Passat Limited Edition. Se construirán 1.973 unidades – en referencia al año en que el Passat comenzó a venderse en EE.UU. – y además de estar numeradas, tendrán un mapa de Chatanooga y la fábrica grabado en sus alfombrillas, llantas exclusivas de 18 pulgadas y una selección de tres colores.
Del Racing Green Metallic se producirán 423 unidades (el código telefónico de Tennessee), del color Aurora Red Metallic habrá solo 411 coches (el código interno del primer Passat) y por último, habrá 615 unidades del Platinum Grey Metallic – seis generaciones de Passat importados a EE.UU., una generación ensamblada en Chatanooga y cinco décadas de ventas en EE.UU. El precio del Volkswagen Passat Limited Edition arrancará en 31.290 dólares, y llegarán a los concesionarios estadounidenses a finales de año.