El final de uno de los motores más peculiares de la industria del automóvil acaba de hacerse oficial. Convertido en todo un símbolo del grupo Volkswagen como herramienta para poder competir con los coches más lujosos del mercado, Bentley ha confirmado el final del motor W12 para el próximo año 2024. Se trata de una gran pérdida, no cabe la menor duda, pero con su despedida se abre un nuevo capítulo donde el downsizing y la electrificación serán los nuevos protagonistas.
Presentado oficialmente en 2001 como el nuevo símbolo de poderío del grupo Volkswagen, el motor W12 nació en configuración atmosférica para propulsar coches como el Volkswagen Phaeton, el Volkswagen Touareg o el Audi A8. Sin embargo en 2003 presentó su primera gran evolución en forma de variante turboalimentada, una mecánica sobre la que había de articularse la nueva Bentley recién adquirida por el grupo Volkswagen.
Bentley Continental GT
Aunque siendo justos, el verdadero origen de la historia del W12 se remonta bastante más atrás, concretamente a 1997 con la presentación del prototipo Volkswagen W12 Syncro prometiendo extraer 420 CV de tan peculiar mecánica, un 12 cilindros que era fruto de la combinación de dos VR6, lo que permitía dar a luz a un propulsor sumamente compacto y menos costoso de producir. Este proyecto conocería diferentes evoluciones en los siguientes años: W12 Roadster con 420 CV (1998), W12 Nardó con 600 CV (2001) y W12 Record con 600 CV (2002). Por primera vez Volkswagen mostraba sus intenciones de pelear en la selecta liga de los V12, pero en lugar de hacerlo del lado de las prestaciones, prefirió apostarlo todo al mercado del lujo, ese en donde marcas como Mercedes, BMW o Jaguar se sentían intocables.
De este modo Bentley se convertía en la principal beneficiada, siendo el fabricante del grupo que más provecho ha sacado del W12, actualizando esta mecánica para ganar en prestaciones y refinamiento, además de para reducir emisiones. Así, el W12 de Bentley ha pasado de ofrecer 560 CV y 650 Nm en su primera versión (Bentley Continental GT 2003), a 740 CV y 1.000 Nm en su última evolución (Bentley Batur 2024).
La producción del motor W12 estaba integramente asignada a Bentley desde hace años, pues solo Bentley hacía uso ya de esta mecánica dentro del grupo. En todo este tiempo, los 30 operarios que ensamblan a mano cada W12 han fabricado más de 100.000 unidades, necesitando de 6,5 horas para el ensamblado de cada mecánica. Como curiosidad, toda la gama de modelos de Bentley ha hecho uso del motor W12: Continental GT, Flying Spur y Bentayga. Solo el Bentley Mulsanne evitó al 12 cilindros, pues hasta el final de sus días estuvo propulsado por un también icónico 6.75 V8 Twin-Turbo cuyo diseño original databa de 1959.
Pero en 2024 la historia del motor W12 conocerá su punto y final de manos del Bentley Mulliner Batur, un hecho que ha confirmado el CEO de Bentley Adrian Hallmark. El reemplazo del W12 será en forma de mecánicas V6 y V8 hibridadas, configuraciones que mal que nos pese, pueden ofrecer rendimiento y eficiencia por encima de los 12 cilindros… aunque no el mismo aura de estatus y exclusividad.