Hubo una época en la que el diésel era el futuro. Era la tecnología de moda, y fue la bandera tecnológica de grandes consorcios como el Grupo Volkswagen. Su declive actual es, en parte, causa de la ambición desmedida de Volkswagen y su Dieselgate, y por otra parte, causado por las lenguas de trapo de los políticos. Sea como fuere, es una tecnología injustamente denostada. Hasta tal punto, que Volkswagen ha abandonado en la cuneta una de las versiones con más tradición del Golf en su reciente renovación.
Hace unos días se presentaba el lavado de cara del Volkswagen Golf, conocido comúnmente como Golf Mk8.5, o Golf 8.5. El compacto alemán hizo un buen ejercicio de autocrítica y mejoró algunos de sus aspectos más polémicos: su calidad interior es superior, los mandos del volante vuelven a ser físicos y la pantalla central tiene mandos táctiles retroiluminados. Además, las versiones GTE y GTI son ahora más atractivas, además de más potentes que nunca. Y sin embargo, hay un gran ausente en este lavado de cara del Volkswagen Golf.
Volkswagen Golf
Ese ausente es el Volkswagen Golf GTD, que ha sido discretamente eliminado de la gama Golf. La denominación GTD puede trazar su origen hasta el mismo origen del Golf. Su primera generación estrenaba en 1982 un novedoso motor turbodiésel de 1,6 litros y 70 CV. Ofrecía prestaciones nunca vistas en un motor diésel, con la misma eficiencia de siempre. Aunque fue denominado GT TDI – e incluso GTI TDI – en varias generaciones, desde el año 2008 la denominación GTD se consolidó haciendo referencia a los diésel más prestacionales de la gama Golf.
Estábamos hablando, prácticamente, de un GTI diésel. A nivel estético, de equipamiento y de tren de rodaje, eran coches comparables a los GTI, pero gozaban de un consumo muy inferior. Con 170 CV en los Golf Mk6, 184 CV en los Mk7 y 200 CV en los Mk8, sus prestaciones estaban a un nivel realmente elevado. El declive de los Volkswagen Golf GTD comenzó con la octava generación, ya lanzada tras el escándalo de las emisiones. Volkswagen nunca lo vendió oficialmente en España, aludiendo un bajo potencial comercial, aunque sí estaba disponible en otros países.
Con el lanzamiento del Golf 8.5, Volkswagen ha decidido eliminar por completo la versión GTD, tratando de no hacer mucho ruido. En una entrevista de CarThrottle con Kai Grunitz (jefe de desarrollo de Volkswagen), se afirmó que esta decisión fue tomada a causa de la necesidad de centrar los esfuerzos de desarrollo en las mejoradas versiones eHybrid y GTE. Con todo, Volkswagen no ha eliminado los motores TDI de su compacto: la gama Golf aun cuenta con dos motores 2.0 TDI de 116 CV y 150 CV, pero ya no tienen un perfil deportivo.
«Aun creemos en el diésel. El diésel no morirá, pero el grupo de clientes al que está enfocado ha cambiado», sentencia Grunitz. La decisión es difícil de entender. El Volkswagen Golf GTD era un coche ya desarrollado, y en ciertos mercados europeos, tenía más público que los GTI o GTE. Sin embargo, desde un punto de vista estratégico y de futuro, puede encontrarse sentido en «forzar» a parte de ese público a adquirir un híbrido enchufable, fruto de la necesidad de reducir las emisiones de flota y avanzar en el camino de la electrificación.
Fotos del Volkswagen Golf GTD Mk8