Hoy es un día triste. Ford ha parado definitivamente la producción de coches en Australia, mientras la globalización suma un triunfo más. Ford se había establecido en nuestras antípodas en el lejano año 1925, con una simple fábrica situada en Geelong en la que se ensamblaba el Ford Model T a partir de kits CKD. Esta noticia es la crónica de una muerte anunciada – pero no por ello nos entristece menos. Con el cierre de Broadmeadows, muere el Ford Falcon, y cae la espada de Damocles sobre la industria automovilística del país.
Ford ha llegado a tener varias fábricas en Australia, hasta cinco plantas fueron construidas hasta que la producción fuera centralizada en la Broadmeadows Car Assembly Plant, inaugurada 20 de agosto de 1959. Desde entonces, la principal fábrica de Ford en Australia ha producido 4.356.628 vehículos. La mayor parte han sido Ford Falcon, un producto creado en Australia, para Australia. Una berlina tradicional de propulsión, cuyas versiones coupé y pick-up – conocidas como Ute – les han dado la fama fuera del país.
Dos vehículos han marcado el fin de la producción de coches en Broadmeadows. El primero, un Ford Falcon XR6 de color azul, uno de sus sedanes deportivos más icónicos, dotado de un motor 4.0 de seis cilindros en línea, sobrealimentado por turbo hasta los 442 CV y 576 Nm de par máximo, con propulsión trasera. En definitiva, una especie en vías de extinción en la actual industria del automóvil. El segundo, un Ford Territory, un todocamino de generosas dimensiones, también exclusivo para Australia.
El Ford Territory había sido uno de los últimos triunfos de Ford of Australia, ya que la matriz quería enviar los Ford Kuga como reemplazo. Ambos vehículos han sido producidos hoy – nos llevan unas cuantas horas de ventaja en las antípodas – y marcan el fin definitivo de la producción australiana de Ford. ¿Por qué Ford cierra sus fábricas en Australia? Aunque el mercado local sigue siendo importante, los costes de producir estos vehículos eran muy elevados, así como la mano de obra local. Y ya no están justificados.
Australia imponía grandes aranceles a la importación de vehículos fabricados fuera del país. Esos aranceles fueron relajados recientemente, firmando la sentencia de muerte para los fabricantes locales. General Motors ha anunciado que también cerrará su fábrica de Holden en Australia para el año que viene. Toyota también cerrará su planta de Altona en 2017 – aunque anunciaban un lavado de cara para el Land Cruiser 70, uno de sus productos más importantes en el país, producido en sus instalaciones de Japón.
Además de la pérdida de empleos directos, la industria auxiliar también se ve directamente perjudicada. La cultura del automóvil australiana es ya por nosotros conocida. Hace tiempo escribimos un artículo sobre los turismos pick-up de Australia – los famosos ute – y es imposible quitar de nuestro imaginario colectivo las imágenes de Mad Max, surcando los desiertos australianos con su Ford Falcon XB post-apocalíptico. Conservad bien estos recuerdos, porque la globalización los ha convertido en eso, recuerdos.
Fuente: Carscoops
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