Puede que no lo recuerdes, e incluso que a día de hoy te cueste creértelo. Pero hubo un tiempo en que una familia podía comprarse un coche práctico, muy espacioso, y económico, sin tener que desembolsar una ingente cantidad de dinero, o suscribir un crédito a cinco años, para adquirir un costoso SUV, o una furgoneta transformada en monovolumen.
Coches que, como el Ford B-MAX, a día de hoy, seguimos recomendando a cualquiera que busque un coche práctico y amplio.
Las claves de un anti-SUV espacioso, y compacto, desde 6.000 €
- Es un coche muy espacioso para su tamaño, pero sobre todo goza de un sistema de puertas laterales deslizantes, sin pilar central, que facilitan muchísimo acceder al habitáculo y viajar con niños pequeños
- Dispone de motores diésel y gasolina con etiqueta B y etiqueta C
- Podemos comprarlo desde 6.000 euros con motores gasolina Ecoboost y etiqueta C, o motores diésel etiqueta B con más de 100.000 kilómetros
- A partir de 9.000 euros ya podemos encontrar unidades diésel con etiqueta C
Ford B-MAX, espacio y confort en un tamaño contenido
No hace tanto tiempo de aquello. Y el mejor ejemplo lo tenemos en el coche que hoy nos ocupa, el Ford B-MAX. Era compacto, muy práctico y espacioso para su tamaño, el más original e innovador de su categoría y te lo podías comprar nuevo por lo que hoy cuesta un Dacia Sandero.
Podemos lamentarnos por aquel tiempo pasado que, por suerte, o por desgracia, no va a volver. O podemos analizar por qué este coche tan práctico sigue siendo una gran opción de compra desde 6.000 euros, eso sí, de segunda mano.
Espacio a raudales para en anti-SUV de Ford
Hoy en día la prioridad de las marcas de coches es crear SUV, o coches que parezcan un SUV. Hace apenas diez años la prioridad era otra, condensar el mayor espacio posible en un formato compacto y proponer soluciones prácticas que tratasen de hacer la vida más fácil a las familias. Recientemente os hablábamos del Skoda Roomster, que hoy se puede comprar de segunda mano desde 4.000 euros.
Ford ha sido uno de los fabricantes que en el pasado ha dispuesto de una gama de vehículos de corte familiar más completa y, por mi experiencia, he de decir que probablemente llegó a tener la mejor oferta de monovolúmenes del mercado, haciendo que cada uno de sus productos fuera el mejor de su categoría. Ya hemos hablado también del Ford C-MAX de primera generación y lo que deberíamos saber a la hora de comprarlo de segunda mano.
El más compacto de todos ellos se llamaba Ford B-MAX y era un coche pequeño, del tamaño de un Ford Fiesta, pero aún así por su espacio y, sobre todo, por lo accesible que resulta su habitáculo, puede ridiculizar a coches mucho más grandes y, por supuesto, mucho más caros.
Espacio pero, sobre todo, fácil acceso a bordo
Ford tuvo la brillante idea de diseñar un sistema de puertas convencionales para las plazas delanteras, y correderas, mediante portones deslizantes, para las plazas traseras. Hasta aquí ninguna novedad, salvo por el hecho de que la marca del óvalo azul consiguiera hacerlo prescindiendo de un pilar central.
El resultado, un acceso al habitáculo de 1,5 metros de anchura que, más allá de facilitar el acceso a los pasajeros, nos ofrece más facilidades que cualquier otro coche de su categoría en dos situaciones. La primera, la de ampliar el espacio de carga del maletero – cuyo tamaño es simplemente correcto, con 304 litros de capacidad y 318 litros prescindiendo de rueda de repuesto – abatiendo los asientos traseros, e incluso el asiento delantero del pasajero. La segunda, la de ajustar en su sistema de retención infantil a los más pequeños.
Motores con etiqueta C
El Ford B-MAX estuvo en producción entre 2012 y 2017 y se comercializó con motores diésel y gasolina, de tres y cuatro cilindros, entre 95 y 120 CV de potencia. Es importante apuntar que, según el motor escogido, podremos adquirir un Ford B-MAX con etiqueta B o con etiqueta C.
Toda la gama de motores de gasolina, que ya incluía un motor tan competente como el 1.0 Ecoboost de tres cilindros de Ford, goza de la etiqueta C. Los diésel más antiguos han de conformarse con la etiqueta B, por lo que recomendaríamos buscar un Ford B-MAX matriculado a partir de 2014, si es que necesitamos de un diésel, para poder disponer de etiqueta C.
Tanto sus motores Ecoboost de gasolina, como los diésel, son bastante frugales. Con el diésel de 95 CV, en las pruebas que realizamos en su día, conseguimos consumos en el entorno de los 5 litros/100 kilómetros.
Os recomendamos leer la prueba de mi compañero Sergio y también la prueba de este servidor, siempre teniendo en cuenta que nuestras impresiones han de contextualizarse, y entenderse en las comparaciones que hacemos, con una prueba realizada en 2012, hace ahora once años.
Un coche infravalorado
Cuando decimos en el titular del presente artículo que nadie se acuerda de él y que fue un coche infravalorado, probablemente nos quedemos cortos. Era un producto innovador, muy práctico y muy competitivo en cuanto al rango de precios en el que se movía, entre Ford Fiesta y Ford Focus, pero las ventas nunca acompañaron.
A pesar de ser un automóvil a la medida del cliente europeo, sus ventas en el continente se estancaron en el entorno de las 40.000 unidades anuales. Así las cosas, en 2017 cesaría su producción en las líneas de la factoría de Ford en Craiova, Rumanía, de las que comenzaría a salir, como no, un SUV que ocuparía su lugar, el Ford Ecosport.
Este coche es una oportunidad de segunda mano
A pesar de sus ventas tan modestas, existe una oferta más que aceptable de unidades del Ford B-MAX de segunda mano. A partir de los 6.000 euros podemos acceder a unidades con etiqueta C y motor Ecoboost y también unidades etiqueta B con motor diésel, por encima de los 100.000 kilómetros.
A partir de los 9.000 euros ya podemos encontrar unidades diésel con etiqueta C y por debajo de los 100.000 kilómetros, que no es una cantidad excesiva para la durabilidad y fiabilidad de los motores que montaba Ford en aquellos años.
En el catálogo de segunda mano de ¿Qué coche me compro?, que se caracteriza por disponer de unidades menos antiguas y con no demasiados kilómetros, podemos encontrar ofertas del Ford B-MAX de los últimos años de su comercialización, con apenas cinco o seis años desde su matriculación, y en el entorno de los 12.000 euros.
En el portal de ¿Qué coche me compro? están listadas en este momento también otras 490 unidades de vehículos de tipo monovolumen, con precios que parten por debajo de los 9.000 euros de los más baratos, en los que destacan otras alternativas que en su día compitieron con el Ford B-MAX, como el Nissan Note, el Opel Meriva, o el Hyundai iX20.