Ni todos los coches eléctricos son iguales, ni tampoco lo es el uso que hacemos de ellos. Por esta razón Ford ha decidido apostar por una nueva forma de vender los Mustang Mach-E y F-150 Lightning, ofreciendo a sus clientes dos tecnologías de batería diferentes. Aparentemente iguales, lo cierto es que en función de su composición, las ventajas e incovenientes de una batería pueden cambiar mucho.
El movimiento de Ford está principalmente centrado en abaratar los acceso de gama de los modelos Mustang Mach-E y F-150 Lightning, los que en la actualidad se denominan como «Standard Range». Alimentados a día de hoy con baterías de iones de litio con cátodo de tipo NCM (Níquel – Cobalto – Manganeso), esta química destaca por ofrecer una mayor densidad energética, mayores autonomías, pero también un mayor coste frente a otras tipologías de baterías de iones de litio.
Ford Mustang Mach-E
La idea de Ford para abaratar costes es comenzar a usar en los próximos meses, y en ambos modelos, baterías de iones de litio de tipo LFP (Litio Ferrofosfato) para las versiones «Standard Range». Esta química LFP presenta como principal ventaja un menor coste que las baterías NCM, pero además presenta una menor degradación y una mayor tolerancia a los pocesos de recarga. Por contra, su densidad energética es inferior y por lo tanto la autonomía que brinda es más reducida.
De este modo, Ford quiere reestructurar las gamas de Mustang Mach-E y F-150 Lighting para que las versiones más asequibles hagan uso a partir de ahora de las baterías LFP. Además, a través de este movimiento Ford también quiere que en función del uso, los clientes puedan llevarse a casa una tecnología más adecuada. Así, para aquellos que usan su coche a diario y lo cargan de forma asidua, la batería LFP es la opción más recomendable, mientras que para aquellos que necesitan de la máxima autonomía y rendimiento posible, las celdas NCM son una mejor elección, aunque también suponga un coste de adquisición mayor.
Fuente: AutomotiveNews