Considerado por muchos como la incuestionable referencia del segmento de los auténticos todoterreno, el Toyota Land Cruiser se ha ganado a pulso la fama de 4×4 indestructible y capaz gracias a una contrastada fiabilidad y a unas intachables prestaciones fuera de asfalto. Características que se han visto acentuadas, además, aun más con la llegada de una nueva generación, aunque esta ha traído consigo un aumento de los precios que lo ha hecho colocarse 10.000 euros por encima de un modelo que antes costaba mucho más.
Y es que, si bien es cierto que todavía su gama tiene que acabar de completarse, el Toyota Land Cruiser sólo está disponible en España actualmente en dos variantes, denominadas 250 VX y First Edition, con precios que arrancan em 85.950 y 86.050 euros respectivamente, lo que pondrá en bandeja a muchos optar directamente por un todoterreno, a priori, mucho más radical que el japonés: el Ford Bronco.
Ford Bronco
Claves del Ford Bronco
- Es un todoterreno puro, más cercano a un Jeep Wrangler por concepto que al Land Cruiser
- Sólo está disponible con un motor V6 de 355 CV de potencia
- Tiene una altura libre al suelo de 23,7 cm, casi 2 cm más que el Land Cruiser
- Su precio parte de 73.519 euros en el momento de redactar estas líneas
Imágenes del Ford Bronco (exterior)
Con un precio de 73.519 euros en su variante Bronco Outer Banks, estaremos de acuerdo en que los casi 12.500 euros de diferencia que hay en estos momentos entre las variantes de acceso a la gama de cada modelo, a estas alturas de precio, en realidad no suponen una diferencia porcentual extremadamente llamativa a favor del americano, pero sumando a los puntos más característicos del Bronco, todo ello puede proponer una compra mucho más exótica y pasional que el Land Cruiser.
Para empezar, el Bronco no es para nada habitual en las calles españolas. Es realmente difícil ver uno circulando por nuestras carreteras (o campos), lo que lo convierte en un coche mucho más exclusivo que el japonés, cuya nueva generación, a pesar de su precio ya se deja ver rodar de vez en cuando.
También se trata de un 4×4 de diseño mucho más radical, más todoterreno y menos turismo que el Land Cruiser, asemejándose en este sentido a los TT más puros del mercado en el sentido estético. No seremos nosotros los que digamos que el Land Cruiser no es un 4×4 puro, pero el Bronco hace gala de líneas mucho más radicales y salvajes que el japonés, como un Jeep Wrangler, por ejemplo.
Esto viene originado en gran medida por sus exagerados neumáticos, que a pesar de envolver unas llantas de «sólo» 18 pulgadas, el perfil de la goma se va hasta unos exagerados 7 centímetros, medio centímetro más que el japonés. Esto, sumando a una altura libre al suelo de 23,7 centímetros (2,2 más que el Land Cruiser) y unos ángulos de ataque y salida de 38,1 y 31,4 grados, respectivamente, redunda en unas proporciones más radicales.
No obstante, hay una cota en la que el americano no consigue mejorar al japonés: el ángulo ventral. Aquí el Land Cruiser ofrece 23 grados por 21,9 del Bronco, por lo que quienes lleven al extremo sus capacidades empanzarán o rozarán con los bajos del Bronco más fácilmente que con el Toyota.
En cuanto a su interior, mientras que el Land Cruiser se aproxima ahora más que nunca a un SUV de lujo, el Bronco es más espartano tanto en lo relativo a materiales como a diseño, con un salpicadero simple en sus formas marcando la pauta.
Interior del Ford Bronco
En términos mecánicos, el Bronco también hace uso de un motor que podemos tildar de más pasional, si bien es cierto que el Land Cruiser ha vuelto a recurrir al motor diésel de 2,8 litros y cuatro cilindros que, puede ser, uno de los más fiables del mundo por su sencillez mecánica y durabilidad. No obstante, sobre el papel, el bloque de 6 cilindros en forma de V y 2,7 litros de capacidad logra 335 CV, lo que da impulso al Bronco resultan mucho más llamativos. De hecho logra un 0 a 100 mucho más llamativo que el japonés, de 6,7 segundos, por 9,9 que marca el japonés.
Huelga decir, para acabar, que ambos están dotados de un despliegue sin miramientos en cuanto a sistemas para practicar una conducción fuera de asfalto. A sus extremas cotas 4×4, Cuentan con diferenciales delantero y trasero con bloqueos, reductoras y programas de control de velocidad en entornos de baja adherencia como el sistema Crawl en el Land Cruiser y el Trail Control en el Bronco.