No nos hemos vuelto locos. No es el día de los Santos Inocentes. El nuevo Ford Fiesta ST ya está aquí y su motor, lejos de mantener un motor 1.6 de cuatro cilindros, es un tricilíndrico 1.5 Ecoboost que, para más inri, puede desconectar uno de sus cilindros para trabajar con solo dos cilindros en baja carga. La apuesta de Ford es realmente atrevida. En su categoría ningún otro fabricante ha apostado, aún, por un motor tricilíndrico para un utilitario, como el Ford Fiesta, de corte deportivo. Y aún menos por un motor de tres cilindros capaz de desconectar uno de ellos para trabajar con solo dos cilindros. Y eso solo confirma un hecho: para Ford el downsizing aún no ha terminado.
No ha terminado porque sus motores más pequeños, lejos de perder importancia dentro de la gama Ford, siguen ganándola. Ford reivindica sus motores de gasolina aumentando las posibilidades del bloque más importante en los últimos años, el 1.0 Ecoboost, que ya llega a los 140 CV de potencia en el nuevo Ford Fiesta. Y apostando por nuevos derivados de este bloque, como un 1.1 sin turbo, que abrirá la gama Fiesta; y el nuevo 1.5 Ecoboost que estrenará el Ford Fiesta ST, que ha aumentado su cilindrada, pero ha mantenido sus tres cilindros, para adecuarse a las prestaciones deportivas que se esperan de un pequeño GTI.
Ford Fiesta
El caso de Ford contrasta con el de otros fabricantes, que han anunciado oficialmente que su estrategia de downsizing ha acabado, y que probablemente no asistiremos a la llegada de nuevos motores más pequeños que los anteriores, a los que sustituirán.
Recientemente podemos encontrar ejemplos muy claros del fin del downsizing, en marcas como Toyota y los nuevos motores del Yaris, o incluso Volkswagen que acaba de estrenar un nuevo 1.5 TSI de cuatro cilindros, como sustituto natural de sus motores 1.4 TSI. Y la razón no es otra que la necesidad de desarrollar motores que no solo sean muy ahorradores sobre el papel, en sus fichas de homologación, sino también en condiciones reales. Recordemos que Europa ya está trabajando en un nuevo modelo de homologación de emisiones y consumos basado en pruebas en entornos controlados, pero realistas, y más próximos a la conducción que practicarán sus clientes.
Para Ford sigue primando la dictadura del ciclo NEDC, del modelo de homologación de consumos y emisiones que rige en Europa en estos momentos. Un modelo que tiene consecuencias importantes en el precio final que paga un cliente por su coche. Y es que recordemos que en los países de la Unión Europea existen diferentes impuestos de matriculación y circulación que gravan a los turismos en función de sus emisiones de CO2.
El Impuesto de Matriculación español, por ejemplo, suponía el pago de un 4,75% de impuestos en el Ford Fiesta ST comercializado hasta la fecha y, con el motor de tres cilindros, hará que el nuevo Ford Fiesta ST esté exento del pago de este impuesto. En un turismo como el Ford Fiesta ST con un precio de tarifa por encima de los 23.000€ – sin las promociones habituales que incluyen financiación – estaríamos hablando de más de 1.000€ únicamente en concepto de Impuesto de Matriculación. Nuestra duda es si ese ahorro se traducirá en un Ford Fiesta ST más barato para el cliente o en un aumento del margen de beneficio de la marca.
La idea de Ford, por lo tanto, no es descabellada en términos económicos. Aunque siempre nos quedará la duda de hasta qué punto seguirá beneficiando a Ford apostar por motores más pequeños en las nuevas metodologías de homologación de consumos y emisiones y, como tampoco podemos olvidar, en el endurecimiento de otro tipo de emisiones más allá del CO2, como los NOx, o las partículas.
Nuestras dudas, muy razonables por otra parte, tienen que ver con la idoneidad de un motor de tres cilindros en un coche que se presupone deportivo, volviendo al caso del Ford Fiesta ST. ¿Cómo sonará un Fiesta ST con solo tres cilindros? ¿Habrá «maquillado» Ford el traqueteo de un tricilíndrico con un escape sonoro y el sonido artificial de un sintetizador electrónico? ¿Ofrecerá una entrega lineal? ¿Podremos aprovechar el motor en todo su rango de revoluciones? ¿De verdad consumirá menos que un Ford Fiesta ST de cuatro cilindros cuando lo conduzcamos «a fuego»?
Muchas dudas y sin duda un movimiento muy atrevido que nos deja sentimientos encontrados. Puesto que el Ford Fiesta ST es, y había sido hasta ahora, nuestro utilitario deportivo favorito.
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